martes, 22 de abril de 2014

NAPOLEÓN EN CHAMARTÍN, BENITO PÉREZ GALDÓS


De nuevo tenemos a Gabrielillo en Madrid, tras la cruenta pero victoriosa batalla de Bailén, a punto de ver cómo entra el mismísimo Napoleón en la capital.
No puedo contar nada nuevo acerca de la narrativa de Galdós, me enamoró desde la primera palabra que leí suya, y aunque algunos episodios son más movidos que otros, la magistral pluma de Don Benito sale airoso siempre de todo. Este episodio trae poca batalla, pero en contrapunto, más intriga. Además, nos da un poco más de ración de la trama personal, la totalmente ficticia, pero no por ello menos interesante, sí, hablo de Inés, que la pobre se trae unos trajines...
Nos presenta Galdós en este episodio, el quinto de la primera serie, un Madrid tenso, que se prepara para la batalla que se avecina, con el francés acechando. Hay inquietud, hay noticias poco halagüeñas y hay quien las cree y quien no. Aquí Galdós nos hace una muestra clara del ambiente en que se vivía aquellos días haciendo hablar a varios de los personajes, muchos de los cuales ya conocíamos de episodios anteriores, y expresando opiniones por boca de ellos. La terquedad extrema la representa El Gran Capitán, dueño de la casa donde habita Gabriel, que se niega en rotundo a tener como ciertas las informaciones de que el francés avanza y los españoles se repliegan. Al final protagonizará una escena cómica y trágica a la par, en la que se niega a rendirse.
Por otra parte Don Diego, el mayorazguito destinado a casarse con Inés (ahora doña Inés, pero para mi siempre será Inesilla), representa el lado crápula de ese Madrid que se inicia también en la masonería, que frecuenta malas casas y peores compañías. Sigue influenciado por Santorcaz, que aunque no aparece directamente, lo hace lo suficiente para crearle problemas a Gabriel.
El clero tiene también su muestra, y no quedan muy bien parados que se diga. Aunque se oponen al francés, están más preocupados por continuar con su buena vida, con hincharse a comer y a beber que en batallas o guerras. Y, muy magistralmente, mete Galdós una cuña dando a conocer las publicaciones de la época. Por lo que he leido en otras reseñas, parece ser que (por lo menos algunas) son libros editados de verdad en aquel entonces. La muestra es sorprendente cuanto menos.
Gracias a la lectura de este episodio me he visto de nuevo transportada al Madrid de la ocupación francesa, y me he reído con muchas situaciones y personajes y me he preocupado por España, por Madrid y por Gabriel, que se mete en cada lío por su buen corazón que no se lo merece.
El final, de nuevo, es de infarto, queda Gabriel en una situación muy comprometida. Casi no puedo ni esperar a continuar con la serie.
Por cierto, que a mi ya, después de cinco episodios, me parece de lo más normal leer a Galdós, pero esta Semana Santa me ocurrió algo con mi cuñado que me hizo reflexionar. Compartíamos casa vacacional (no queda más remedio), y al dejar mi kindle a un lado me preguntó qué leía. Orgullosa contesté que a Don Benito, y él, resoplando, contestó: "Pues vaya tostón". Me indignó un poco, que considerara tostón un libro que ni siquera había hojeado. Pero me resigno, porque él no suele leer mucho, y porque así está el mundo, lleno de gente que juzga sin saber, y lo que es peor, sin querer saber. Pero, y aquí viene la moraleja de la historia, me hizo reflexionar en algo que necesitamos (me refiero al club de fans de DonBe), que no es otra cosa que... ¡camisetas! ¿Qué mejor manera de gritarle al mundo que se pierde una gran lectura y un gran escritor? ¡DonBe Rules!
Recomiendo, por supuesto, la lectura (a mi cuñado también, aunque no me haga caso) y suplico a quien se le de bien el diseño que tenga a bien pergeñar uno (aunque sea pequeño) para estampar en una camiseta. (Yo soy nula para el diseño, lo siento).
Y nos vemos en el próximo episodio, yo no pienso faltar a la cita.

7 comentarios:

  1. Me encanta ver que estáis disfrutando mucho con Galdós!!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  2. Cuánto me ha gustado tu reseña, me gustan todas, porque además cada uno resalta un punto interesante del libro, pero la tuya realmente me ha encantado porque se trasluce el entusiasmo por ÉL.

    Y es que nos está haciendo pasar muy buenos momentos ¿verdad? También hemos llorado, nos hemos emocionado, tenido miedo, pena, suspirado de amor, reído y sentido un orgullo patriótico que yo, por lo menos, no sabía que sentía.

    Y todo esto se lo está perdiendo tu cuñado, y un montón de gente más, que se cree que esto es como un tratado polvoriento y aburrido en el que se va a tener que aprender los Reyes Godos (por lo menos).

    Pero la culpa no es suya, sino de cómo se enseña Literatura en España, o de que a DonBe le ha faltado esa campaña cansina (pero efectiva) que sí ha tenido Cervantes, de manera que cualquiera que no ha abierto El Quijote en la vida, está convencido de que es el mejor libro del mundo, pero un montón de gente aún no sabe que DonBe es, no solo bueno, sino MUY DIVERTIDO.

    Yo también quiero una camiseta!!!

    ResponderEliminar
  3. Yo ya voy por "Narváez", suscribo el amor incomprendido por Don Benito y la cara rara de la gente cuando dices que te gusta.

    ResponderEliminar
  4. Pues me has hecho pensar, con tu anécdota, que es verdad que aunque a nosotras a estas alturas nos parezca de lo más normal leer los Episodios Nacionales puede que a los demás les choque. Sobre todo si no son lectores habituales, que los hay :-) Una reseña estupenda, se nota que te lo has pasado en grande con la lectura, aunque también hemos sufrido, ¿verdad? Menudo final!! Bss

    ResponderEliminar
  5. Galdós... nada menos. Normal que te guste.
    Un saludooo

    ResponderEliminar
  6. Hemos disfrutado este nuevo episodio y muchos. Nos espera Zaragoza!!! Qué es eso de las camisetas? Me encanta la idea. Cómo mola llevar una este verano con DonBe o los episodios como bandera...
    Besines, Pilar!

    ResponderEliminar
  7. Ya veo que la idea de las camisetas ha calado, así que algo tendremos que inventar... Sólo es buscar un diseño guapo y encargarlas... Le doy una vuelta y si se me ocurre algo os cuento en un post...
    A ver si con las camisetas nos miran menos raro cuando decimos que leemos a Galdós (o más raro, quién sabe...)
    Y sí, Loque, la culpa es de cómo se enseña literatura en este pais, que no consiguen transmitir ni un poquito de amor ni de pasión (que es lo que significa leer, al fin y al cabo).
    De nuevo gracias por haberme comentado, me hace mucha ilusión (aunque no lo parezca porque tardo mucho en contestar...)
    ¡Besotes a todos!

    ResponderEliminar

Te invito a comentar, pero siempre desde el RESPETO. Me guardo el derecho a borrar cualquier comentario que considere que falta al respeto de cualquier manera. ¡GRACIAS!