viernes, 16 de enero de 2015

Mamá en apuros: ¡Proyecto terminado!



Empiezo 2015 de manera muy esperanzadora, pues en las dos primeras semanas del año pude terminar un proyecto que empezó en enero de 2014.

Ya lo sabéis porque lo he dicho en varias ocasiones, pero uno de mis propósitos de 2014 fue volver a escribir, y hacerlo todos los días. No fue fácil coger la rutina, pero poco a poco lo conseguí. No me paró ni una escayola en el brazo derecho, como pude seguí escribiendo. Y ahora viene la recompensa: tengo terminado y encuadernado el primer borrador de lo que ya puedo llamar mi primera novela.

Tengo una opresión en el pecho un tanto extraña. Que nadie se asuste, tan solo es emoción. Creo que es la primera vez en mi vida que termino un proyecto tan grande (al final me han salido 165 páginas), y que consigo un propósito que me planteo a largo plazo. No sé si será porque me hago mayor (snif, snif), o porque al final simplemente me he dado cuenta de qué es lo que me motiva en la vida y me he decidido ir a por ello.

Estoy tan emocionada que quería compartirlo con todo el mundo. Sé que aún es pronto, pero he escogido a unas pocas personas para que lean el original, sin corregir ni nada. Así que me puse manos a la obra y me decidí a imprimir mi obra.

Pero soy mamá en apuros, y las cosas no pueden ser fáciles para mi. Me puse con toda mi ilusión a darle un poco de forma al archivo, a quitarle las fechas intermedias (siempre marco el día que escribo), y a cambiar los guiones cortos por los largos en los diálogos, y busqué mis folios. Le di a imprimir, con la opción doble cara activada, y ahí que le di. Empezaron a salir folios y folios impresos, con mi historia, y yo los fui colocando con cuidado y amor para luego darles la vuelta. Hasta ahí fue bien la cosa, pero cuando tocó imprimir por la otra cara se complicó la historia.

Las primeras 34 páginas bien. Pero a partir de ahí se me fueron colando folios que estaban más atrás, con lo que ya descuadraban las páginas. Paré, rompí, tiré y lo volví a intentar, pero por más que colocaba y le daba a imprimir, salía mal. Al final tiré todos los folios a la basura, por no tirar la impresora, y copié el archivo en un pendrive para llevarlo a una copistería.

El primer intento mal. No pudo abrir el archivo y la dependienta me recomendó que lo llevara en un pdf. Me volví a casa aún más frustrada. ¿Sería una señal del universo para que no lo imprimiera? Cuando estoy cansada o frustrada me da por ver señales en todas partes (hasta en la carretera, jaja, chiste malo), y a cuestionarme cosas que de otro modo no haría... En fin, no le quise dar más vueltas y convertí el maldito archivo a pdf. Antes de recoger a MiniP del cole fui a que me lo imprimeran.


Había una chica jovencita, con su bebé de apenas un mes, y su abuela esperando primero. Ellas estaban imprimiendo unas fotos del bebé (preciosa, con un melenón negro impresionante y mofletes rellenos de algodón), y la dependienta se peleaba con el programa. Le di el pendrive y le dije:

- Un archivo que se llama Valentina.

Y escuché a la chica cuchichear con su abuela, repitiendo el nombre de mi protagonista. Cuando la muchacha decidía con la dependienta qué más fotos iba a imprimir, su abuela me dijo:

- Es que la niña se llama Valentina.

No me lo pude creer. Eso sí que era una señal, pero de las gordas y de las buenas. Una nueva vida, una oportunidad para mi proyecto, para mi Valentina, a la que dejaré ver mundo cuando esté lista. Sin titubeos, sin excusas. Sin autoboicot.

Cuando me dio la dependienta la copia, encuadernada ya con cuadernillo, eché de menos algo de música celestial y un rayo de luz iluminando los folios, porque el momento era tan especial para mi que quedaba soso sin nada especial.

Lo guardé en el bolso, y al llegar a casa en el cajón. Dentro de unos meses lo desenterraré para enfrentarme, por primera vez en mi vida, al trabajo de corrección de una novela propia. Creo que eso me costará más que escribirla, pero es trabajo inevitable.

Aunque, de momento, brindo con una copa de vino por los proyectos terminados con éxito. Y por los que estén por venir.

8 comentarios:

  1. ¡¡Enhorabuena!! :))
    Me alegro de que al final Valentina saliera a la luz de la impresión en pdf, menos mal jejeje
    Y menuda casualidad que justo la niña se llamara también así.
    Veo que sigues el consejo del señor King de dejar la novela en un cajón y luevo volver sobre ella, jejeje. Es que me acordé de que lo leí.
    Venga, pues mucho ánimo para lo que queda por venir.
    Me alegro de que hayas cumplido tu propósito de escribir, ¡qué guay!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias ISI! Sí, fue una casualidad muy grande y que me gustó mucho.
      Para mi el señor King es más que un maestro, he leído su obra desde muy joven, y me encanta hasta lo malo, porque con lo malo también se aprende. Sí, sigo su consejo de Mientras Escribo, aunque también lo dan en otros manuales de escritura. El problema es que si empiezo ahora con la corrección, estoy más pendiente de cómo lo tengo en la cabeza y menos de cómo está en realidad plasmado, que no siempre coinciden, por eso tengo que olvidarme de lo que he escrito para corregirlo. Aunque va a ser la primera vez que corrija algo, la verdad.
      ¡Besotes!

      Eliminar
  2. Qué maravilla me alegro mucho y me han entrado ganas de conocer a Valentina la tuya no la niña qué buena señal. Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, GOIZEDER! Da mucha alegría tenerlo terminado. Ya la conocerás, si quieres, tú tranquila.
      ¡Besotes!

      Eliminar
  3. Me alegra muchísimo! Y vaya coincidencia! Eso sí que es una señal y de las buenas. Ahora, cuando pase el tiempo, a corregir!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, MARGARI! La verdad es que estoy muy contenta, y estoy como loca por corregirla, aunque esperaré impacientemente...
      ¡Besotes!

      Eliminar
  4. ¡Enhorabuena, Pi! Una gran noticia. Gracias por hacernos partícipes de esta aventura —¡y de todos los detalles, niña Valentina incluida!—. Una odisea hasta que la has tenido en tus manos, pero contigo está, que es lo que importa. ¡Espero que nos actualices más adelante cuando vuelva a salir del cajón! Muchos besos.

    ResponderEliminar
  5. Enhorabuena. Muchísimas felicidades y espero que el proceso de corrección no sea muy largo.

    ResponderEliminar

Te invito a comentar, pero siempre desde el RESPETO. Me guardo el derecho a borrar cualquier comentario que considere que falta al respeto de cualquier manera. ¡GRACIAS!