lunes, 8 de febrero de 2016

La librería a la vuelta de la esquina, Varios Autores




Sinopsis (Amazon): Diez autores y once relatos rinden un espléndido homenaje a librerías, libreros, libros y lectores. Policíacas, misteriosas, románticas, fantásticas, realistas... historias extraordinarias con el protagonismo indiscutible de una librería siempre única, como la imaginación de quien la describe y la habita, de quien la dota de personajes y llena sus estantes de libros raros y maravillosos para que el lector se pasee por entre sus prometedores estantes. Por estas páginas transitan encantadoras investigadoras, clásicos que cobran vida, libreros excéntricos, herencias librescas, detectives suspicaces, acertijos de siglos pasados, palabras mágicas que conjuran hechizos olvidados, James Joyce, Hemingway, una dragona y hasta el mismísimo señor de las tinieblas. 

Entra, lector, ponte cómodo y respira sin prisas el aroma de la literatura bajo el tenue polvo de sus estantes. Traspasa el umbral de estas librerías, eres más que bienvenido.

Cuando yo era pequeña vivía rodeada de libros. No es una exageración, es la pura verdad. Mi casa estaba invadida por libros, casi todos de bolsillo de la editorial Alianza. Los había incluso repetidos. No es que mis padres fueran unos frikis de ese sello en concreto, no, ni lectores tan apasionados que rozaran la locura, no. A mis padres les gustaba leer, pero eran lectores de temporada y de género. Mi padre se pasaba las vacaciones con la nariz pegada a las novelas del oeste, mientras que mi madre se decantaba por las novelas románticas. Pero estaban de acuerdo en una cosa: querían que sus hijas leyeran, y que desarrollaran la pasión por la lectura. Por suerte para ellos, mi padre trabajaba de encuadernador, y la empresa de artes gráficas para la que trabajaba tenía un contrato con Alianza. Por eso tenía acceso a libros varios, que tenía la oportunidad de traer a casa, y era raro el viernes que no llegara con un paquete bajo el brazo. 

Cuando yo era pequeña me gustaba contar que podría hacerme un fuerte con los libros que tenía en casa, y creo que en alguna ocasión lo llegué a hacer.

Algo debieron hacer bien mis padres, porque consiguieron su objetivo: las tres hermanas somos muy diferentes entre nosotras, pero si algo tenemos en común además de los genes es la pasión por la lectura. Pero pasión de la de verdad.

Habría podido creer que, al tener tantos libros en casa, no hubiera tenido ganas de visitar una librería, pero en cuanto tuve edad de tener dinero se convirtieron en mi segunda casa. No podía comprar mucho, ni muy a menudo, pero me encantaba visitarlas. Tocar los libros, mirar novedades o estanterías y dejarme aconsejar por el personal de la librería. Las del pueblo donde vivía no eran muy grandes, pero cada una tenía su encanto, y todas ellas eran muy necesarias.

Por cierto que cada vez que me compraba un libro mi padre lo sometía a un examen riguroso. Lo miraba y lo sobaba con ojos y mano expertas de encuadernador, y no muchos salían airosos. A mí me importaba más lo de dentro que como estuviera encuadernado, pero era un ritual que, en el fondo, me encantaba.

Por eso es necesario este libro de relatos. Hay once relatos, aunque son diez autores. Once miradas muy distintas entre sí de lo que es una librería, y de la importancia que tiene en nuestras vidas. La idea surgió de la mente de Mónica, del blog Serendipia, y ha reunido nombres que a casi todos los que asomamos la nariz a la blogosfera nos resultarán conocidos. 

Lo cogí en cuanto supe de él, y lo devoré en un par de días. Me gustan los libros de relatos por lo fácil que me resultan de leer. Son cápsulas de ficción, mundos ajenos y geniales reducidos a unas pocas páginas. 

Aquí el lector encontrará de todo: humor, realismo, ficción, mundos mágicos… Todos los relatos son muy diferentes entre sí, con un solo nexo de unión: todos tienen lugar en una librería. En una cualquiera, la que te podrías encontrar justo al lado del súper, o la librería donde sueles ir…

Yo ahora, que vivo en otro pueblo, tengo otra librería de referencia. Es pequeña, y muy curiosa, pues comparte espacio con una joyería (son dos negocios en uno). No tienen muchos libros en las estanterías, pero te traen lo que estás buscando en un abrir y cerrar de ojos… Hasta ahora era mi librería de confianza. Hasta ahora. Porque, después de haber leído esta novela de relatos, tengo once librerías a las que acudir cada vez que me apetezca evadirme junto a libros…

Se publicó en principio tan solo en digital, pero ahora es posible conseguirlo en papel también. Para todo el mundo: los que gustan de nuevas tecnologías y los que prefieren el tacto del papel.

Recomendado, sin duda.

3 comentarios:

  1. Yo lo tengo en papel esperando para descubrirlo en la próxima lectura simultánea que se va a organizar.

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  2. Me gustan también los libros de relatos, así que éste caerá tarde o temprano.
    Besotes!!!

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  3. A este le tengo muchas ganas, aunque no sea muy de relatos =)

    Besotes

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