viernes, 6 de enero de 2017

Mamá en apuros: Los Reyes Magos



Miro el calendario, y se supone que este post deberá colgarse el viernes 6. Como estoy más que liada en esa semana, hoy, penúltimo día del año, he decidido sentarme a escribir el post de la semana que viene, porque el jueves, que es cuando suelo escribir el post del viernes, será completamente imposible: MiniP y yo vamos a participar en la Cabalgata de Reyes del pueblo.

Pero como digo, no me va a dar tiempo a contarlo, por lo que me he adelantado y voy a escribir sobre otra cosa. Por cierto, ¿alguien escucha el coro celestial y puede ver el rayo de luz que me ilumina en este momento? Creo que cantan el Halleluyaj de Leonard Cohen (así aprovecho y homenajeo al compositor, que nos dejó en el terrible, terrible año 2016). 

Hoy es el día de Reyes (el día que se supone que publico este post, porque en realidad es hoy, 30 de diciembre), es la fiesta que más me gusta de la temporada navideña. ¿Y a quién no le gusta? No es solo por los regalos que me traen, que también, pero si fuera solo por eso más de un año me habría metido en la cama y no habría salido de allí. Es la magia de regalar también, de ver la cara de ilusión de quien recibe los presentes, y sobre todo y por encima de todo, es el día de las niñas y los niños. 

Cómo disfrutan. MiniP aún cree en la magia de los Reyes Magos, y es genial. Pregunta cómo pueden pasar a casa, si tenemos las ventanas cerradas. Tiene una mente muy lógica, tanto, que no le vale la respuesta general: es magia. No, es más que probable que tengamos que dejar una ventana abierta. Solo espero que no le dé como el año pasado, por pensar que tres desconocidos van a entrar en casa, y no poder dormir por ello… Este año se le ha notado mucho el cambio, ya no queda ni rastro de la bebé risueña que era. 

Tan poco queda, que de risueña ya no tiene un pelo. Más bien se ha convertido en una niña gruñona y contestona. Creo que es cosa de la edad, tiene ya 6 años, pero está en un plan contestón y desafiante que no sé qué va a ser de mi cuando llegue a la adolescencia. Hay días que se porta mal, y su padre le dice: “Como sigas así te van a traer los Reyes carbón”. Y luego, cuando no está ella delante, me dice que le vamos a comprar una bolsa de carbón dulce y se lo vamos a echar, escondiéndole los regalos.

Esto también es una fase, como lo de MiniP. Todos los padres y madres del mundo (bueno, quizá del mundo no, quizá sea solo cosa de españoles) en algún momento de su vida le han hecho la putada pifia de esconderles los regalos a sus hijas e hijos, y les han dejado solo carbón.

Papá en Apuros cuenta que en su casa pasó. Pero es que en la mía también.

Mis padres, muy graciosos ellos, decidieron que sería divertido escondernos los regalos, para darnos una lección. Mi hermana pequeña tendría dos o tres años, por lo que yo rondaría los diez u once. Nos levantamos la mañana de Reyes, a eso de las siete de la mañana. Era el único día del año que madrugábamos por gusto. Fuimos corriendo al comedor, mi hermana la pequeña iba delante, y cuál fue nuestra sorpresa que no había regalos… Tan solo tres saquitos de carbón adornaban nuestros zapatos. De lo que no se dio cuenta la pequeña fue que había unos bultos sospechosos en el sofá, tapados con una sábana, que descubrimos cuando ya se había echado a llorar. Menudo disgusto se llevó, la pobre.

Los demás nos reímos, hasta ella se rió después, pero qué necesidad de tocar las narices tenemos los progenitores a veces… Eso sí, te queda una anécdota para el resto de la vida.

Para mí, el día de Reyes siempre es un día de movimiento. Vas de una casa a otra, recogiendo regalos. Terminamos con el maletero lleno. Pero también es un día lleno de color, siempre que pienso en el día 6, pienso en colores.

Por eso espero que este día tan especial haya estado tan lleno de colores, de paquetes, de ilusión y de roscones como el mío. Y, por qué no, muchos regalos, que seguro que nos los merecemos todos.


2 comentarios:

  1. El otro dia se lo contaba yo a los enanos. Lo que nos reimos ese dia. Y lo que echo de menos lo de subirnos todas a la cama... Snif snif.
    May.

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  2. Lo de gruñona y contestona me recuerda a mi hija... Tienen un genio... Y lo del carbón también se lo he hecho a mi hija. Mandó el carbón un poquito lejos! Lo que nos reímos, la pobre...
    Besotes! Y espero que los reyes se hayan portado muy bien!!!

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