lunes, 27 de febrero de 2017

VESTIGIOS. SILO 3, de Hugh Howey




Sinopsis: Todo principio tiene un final

En Espejismo entramos por primera vez en el Silo, con Desolación descubrimos la historia de su creación y en Vestigios seremos testigos de su caída. La tercera y última entrega de las Crónicas del Silo recupera a su protagonista Juliette y da respuesta a todas las incógnitas que quedaron sin resolver en las dos primeras entregas.



Como esta es una tercera entrega de una trilogía, puede que haya información que no debas saber si no has leído antes las dos primeras entregas.




Por fin me puse manos a la obra a leer la tercera parte de las crónicas del Silo. Lo descubrí por casualidad, estaba a 0 euros la primera parte del primer libro de la trilogía y me enganché sin remedio. Luego descubrí que había continuado la historia, y me leí el segundo, que fue más decepcionante. Por eso dejé reposar para leer el tercero.

Debo decir que me ha gustado más que el segundo, pero menos que el primero. Ninguna de las secuelas llega al nivel de la primera parte, pero en nivel global. Ni en historia, ni en narrativa. En personajes sí, ahí no pongo ninguna pega.

Pero, aunque ya digo que no supera la primera parte, le doy un aprobado alto. La narración es sencilla, tercera persona, alternando puntos de vista entre los protagonistas, lo que le da velocidad y vidilla a la lectura. Los personajes son todos con caracteres muy marcados, perfilados, profundos. Tienen su motivación, y en los escenarios en los que les ponen casi al límite, reaccionan con coherencia. Ninguno sorprende porque se salga de la tangente, cada cual lleva su línea y la mantiene.

Con respecto a la historia, es el final del Silo, para bien o para mal. He sufrido mucho, junto con Jules, pero el desenlace ha sido apropiado. Correcto. Creo que cualquier otro final le habría quitado puntos a la trilogía, pero con este ha acertado. Alguna casualidad de más, pero escasa y perdonable. Por lo demás, genial.

Valoro el conjunto de la trilogía porque este Vestigios no se podría entender sin haber leído los dos anteriores, y es una valoración positiva. Es una distopía más que aceptable, te habla de un mundo subterráneo donde los que viven allí no han conocido otra cosa por generaciones, y casi lo sientes, vives allí. Respiras ese oxígeno recirculado y comes vegetales de las granjas hidropónicas. El autor ha sabido recrear toda una sociedad estamentaria, acomodada y que se conforma con sobrevivir, aunque sea abajo. Claro que cualquier esbozo de revolución se ve solventada inmediatamente, la muerte como castigo. No pueden permitirse preguntas incómodas, les llevaría a la extinción.

El segundo libro, Desolación, ya digo que es el que menos me gustó, pero que es necesario para entender el resto de la trama, para saber cómo acabó la humanidad enterrada y resulta imprescindible para el desenlace.

Lo recomiendo para los que gusten de ciencia ficción y distopía. Ya sé que son dos géneros distintos, aunque a veces vayan acompañados el uno del otro, como ocurre aquí.

1 comentario:

  1. No son géneros que suela disfrutar así que esta vez lo dejo pasar.
    Besotes!!!

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