Charlie Parker, apodado
Bird por el cantante de jazz, es un ex-policía y ex-alcohólico. Su
matrimonio no iba viento en popa, y él se estaba acercando
peligrosamente a la línea que separa la cordura de la locura del
alcohol, pero no estaba preparado para encontrarse a su mujer y a su
pequeña hija asesinadas brutalmente en su casa. Varios meses
después, y tras la búsqueda infructuosa de su asesino, acepta
hacerle un favor a un amigo y decide investigar una desaparición.
Pero no todo es lo que parece en ese caso. Entretanto el asesino de
su esposa se pone en contacto con él, arrastrándole a una espiral
de muerte. ¿Conseguirá Bird resolver el asesinato de su esposa y de
su hija?
No soy muy dada a leer
novela negra, ya lo he contado alguna vez, aunque me gusta verlo en
el cine y en las series de televisión. Sin embargo esta novela de
Connolly, primera de una serie de novelas protagonizadas por el
detective Charlie Bird Parker, me ha resultado muy irregular
como para determinar si me gusta el género o no.
Decidí leerla gracias a
la lectura conjunta que
Bookworm organizó en su
blog, pero la vida
se me ha complicado un poco desde que lo decidí y casi no llego a
hacer mi reseña. De hecho tuve que cambiar el día con
Tatty, del blog
El universo de los libros (muchas
gracias) porque no me había terminado el libro aún en la fecha en
que me tocaba reseñar. Por eso, quizás, hay un punto de negativo en
mi valoración de la novela. Porque a intervalos de diez minutos no
es manera de leerlo. Hay muchos personajes y muchas situaciones que,
si no estás atenta, hacen que te pierdas. Pero empezaré por el
principio.
El principio es algo
espeso. El libro está escrito en primera persona, es siempre Charlie
quien te cuenta la historia. Y es cierto que el prólogo, donde Bird
cuenta su terrible pérdida, es muy interesante, pero luego se
desinfla. No consiguió engancharme hasta la segunda parte. Luego
vuelve a ponerse muy interesante, con el caso de una chica
desaparecida, pero, y aquí me llevé una sorpresa, ese caso lo
resuelve en la mitad del libro. Parece que va a haber un bajón, pero
enseguida remonta con la reaparición de El Viajante, el
asesino de su mujer y de su hija. Y ahí hay un crescendo, hasta un
trepidante final que me ha tenido leyendo mientras me aplicaban
descargas eléctricas en fisioterapia. (Nada de tortura, sólo
cosquilleo...) Pero esto es algo que no me ha gustado nada. Me ha
dado la impresión de que hay dos libros en uno. Porque son dos casos
distintos, que sólo tienen en común el salvajismo de los actos de
algunos seres humanos, que deberían ser expulsados de nuestra
especie.
Aunque no todo es
negativo en mi lectura, y menos teniendo en cuenta las circunstancias
en las que lo he leído. Puntos positivos tiene muchos, para empezar,
la narración. Ya he dicho que es en primera persona, un tipo
narrativo muy difícil para una novela tan extensa. Sin embargo es
muy fluida, aunque en ocasiones se me ha hecho algo pesada, y con
demasiada paja, pero han sido ocasiones contadas. Y me ha encantado
la ironía que desprende, y los diálogos tan bien escritos. Gracias
a sus descripciones, detallistas, en ocasiones morbosas, pero sin
entrar en lo gore, había momentos que casi veía el libro en mi
cabeza.
Los personajes son
tremendos, Charlie bien podría ser un cliché, que en líneas
generales lo es: un ex-policía que carga con el asesinato de su
esposa y busca venganza. Pero Connolly va más allá, lo dota de
profundidad con su dolor, su ira, su culpabilidad. Y todos los demás,
que ya digo que son muchos, están tan bien dibujados como el
protagonista.
Otro punto a favor es que
cuenta con todos los elementos básicos para una novela negra. Es de
manual. Creo que todas las películas y series que he visto tratan de
lo mismo: detective agrio debido a su pasado que busca venganza. Pero
no es pesado. No es un “otra vez más de lo mismo”. Charlie no
solo es dolor, ira y venganza. Es un detective que para matar el
tiempo decide hacer lo que se le da bien, que es investigar. Es un
ser humano que busca erradicar el mal que hay en el mundo, mal que ve
reflejado en los asesinos en serie, como el que se llevó por delante
a su mujer y a su hija. Es algo más.
Mi conclusión final es
que le debería a este libro una relectura, en un momento de mi vida
más tranquilo, aunque no me han quedado muchas ganas de ello. Porque
no puedo estar segura de si los puntos negativos que le he visto han
sido así de verdad, o debido a mi lectura dispersa y poco
concentrada. Creo que le daré una oportunidad al segundo de la
serie, y si no me convence diré adiós a Charlie Parker. Aunque ya
digo que no será en un futuro cercano.
Todo lo que muere
John Connolly
Editorial Tusquets
432 páginas
Lectura digital