Por alguna razón que desconozco,
siempre se ha tendido a separar literatura y deporte. Al menos en la
imaginería popular. Yo tenía esa tendencia, esa pedantería de
quien lee y piensa que el cerebro supera a la física. Más que nada
porque era una vaga integral y prefería estar tumbada en el sofá
leyendo que haciendo deporte al aire libre. También he visto el lado
contrario, el del obsesionado con el cuerpo que no cultiva más allá.
Te miran por encima del hombro y ves cómo sus ojos pasan del libro
que reposa en tus manos a tus michelines, y les oyes pensar: “por
eso no leo, porque pararse es de vagos”.
Afortunadamente he encontrado el
término medio. En mitad de mi caos de vida he encontrado tiempo para
el deporte, y tiempo para leer. Cómo lo saco después de trabajar,
atender a una hija y un marido, y llevar la mitad del peso de una
casa es un misterio digno de Iker Jiménez. Estamos trabajando en un
libro que arroje luz sobre las tinieblas. Afortunadamente no soy la
única que hace malabarismos con el escaso tiempo que nos queda, de
modo que no me siento tan sola.
Todo este rollo viene porque he
decidido crear Diciembre: el mes del deporte en Rock and Roll Dreams.
Hace unos meses comencé a correr. A
practicar running. Casi prefiero decirlo en inglés, por las
connotaciones que tiene la palabra en español. No es lo mismo decir:
cariño, me voy a correr; que: cariño, voy a practicar running. La
primera sentencia la tienes que establecer en su contexto para que
quede clara, y a veces, ni aún así... Bueno, seamos modernos,
practico running. Desde abril, más o menos.
Me vi un día con ansiolíticos en una
mano, y las zapatillas de deporte en la otra. Tuve que elegir, y
escogí el deporte. Creo que hice lo correcto. La práctica del
running me ha dado mucho más que beneficio físico. Es casi
imposible describir las mejoras que ha introducido en mi vida. Lo
practico casi de forma obsesiva, sin saltarme un entrenamiento,
mejorando a cada zancada. Pero es que mientras mis células consumen
grasa (y adelgazo), mientras mis músculos se tonifican (y mis
dolores quedan atrás), mi cabeza se ordena, las tensiones se quedan
en el asfalto, y vuelvo a casa vigorizada y de mejor humor. Mejor
para mi, para mi hija y para mi marido.
Diciembre, en calendario running, tiene
una fecha más que señalada: San Silvestre. El último día del año
se reúnen miles de runners desafiando al frío para correr 10 km con
meta en Vallecas. Es una forma divertida de poner el broche final al
año y, por qué no decirlo, de llegar a la cena con hambre. Y yo me
he propuesto correrla.
Pero no estoy sola en mi empeño.
Cosmopolitan, más conocida como Cosmo, ha creado un evento para
chicas con la ayuda de Nike. Si eres chica y te gusta el running, no
puedes dejarlo pasar. Puedes ganar una de las 200 inscripciones a la
carrera, y muchas más sorpresas. ¿Cómo?
Paso uno: Hazte fan de Cosmo y
participa en el evento: Cosmo y Nike preparan la San Silvestre.
Paso dos: Descárgate la aplicación
Nike+, en caso de que no la tengas, claro.
Paso tres: ¡A correr como loca!
Sube una captura de la pantalla de tu
entrenamiento a la página del evento de Cosmo y Nike, cada día que
vayas a correr. Las inscripciones serán para las doscientas que más
kilómetros acumulen de aquí al día doce.
Para hacernos de faro guía, Cosmo ha
puesto la carne en el asador y correrá la carrera en primera
persona. Concretamente en persona de su redactora Tamara Morillo, que
nos guiará en el proceso y nos irá contando la experiencia.
Entretanto, diciembre se llena de
entrenamientos nike con sorpresas. El primero fue el día 4, en el
que Tamara y las chicas que se apuntaron corrieron cuatro kilómetros
con cuatro paradas en las que las cargaron de regalos. Un evento al
que no pude asistir, pero que sé que fue muy divertido. El próximo
será el día 13 y no pienso perdérmelo.
Diciembre: mes del deporte en Rock and
Roll Dreams. Comparte tu afición, y si estás por Madrid, apúntate.
No sólo ganarás salud, también muchas risas.