Carmina, en su blog Detinta en vena, propuso la lectura conjunta de esta novela acompañada
de Tatty, del blog El universo de los libros. Lo primero que me llamó
la atención fue el título ( y a quién no), con una mezcla de
curiosidad y repugnancia. Luego leí la sinopsis y me convenció, a
pesar del título.
Sinopsis (De Amazon):
Sofía Jimenez, una estudiante universitaria de veinte años de edad,
ha sido secuestrada.
Un antiguo compañero de la chica recibe un mensaje del móvil de Sofía, se trata de una imagen borrosa que la policía científica analiza, en el que se aprecia una antigua Tabla Periódica de los elementos. El comisario Cervantes decide poner a la agente Susana Ruiz en el caso, hasta ese momento liderado por el engreído policía José Mulero. Susana tiene, además, otro encargo del comisario: pedir ayuda a Vargas, un famoso detective, viejo amigo suyo.
Poco después, la comisaría de Pedreira recibe la visita del grupo de investigación del subinspector Garnero, un hombre ambicioso y con pocos escrúpulos, que toma inmediatamente las riendas del caso y todo el protagonismo mediático. Su grupo aporta, sin embargo, un nuevo y retorcido punto de vista al mismo. El secuestrador de Sofía lleva tiempo en el punto de de mira del equipo de Garnero. Se trata de un potencial asesino en serie, un psicópata con una retorcida particularidad, una patología denominada olfactofilia, un deseo sexual compulsivo relacionado con el olor de la transpiración, que le hace robar las compresas de las víctimas antes de matarlas.
Asqueado por el individualismo de Garnero, el comisario Cervantes permite a Susana Ruiz continuar sus investigaciones en paralelo, contando con la ayuda de Eduardo Cortés, el ayudante del detective Vargas. Eduardo es un joven ingeniero que conoció a Susana en el pasado.
La investigación se torna angustiosa cuando Eduardo descubre algo más.
A Sofía le queda poco para que le baje la regla.
Un antiguo compañero de la chica recibe un mensaje del móvil de Sofía, se trata de una imagen borrosa que la policía científica analiza, en el que se aprecia una antigua Tabla Periódica de los elementos. El comisario Cervantes decide poner a la agente Susana Ruiz en el caso, hasta ese momento liderado por el engreído policía José Mulero. Susana tiene, además, otro encargo del comisario: pedir ayuda a Vargas, un famoso detective, viejo amigo suyo.
Poco después, la comisaría de Pedreira recibe la visita del grupo de investigación del subinspector Garnero, un hombre ambicioso y con pocos escrúpulos, que toma inmediatamente las riendas del caso y todo el protagonismo mediático. Su grupo aporta, sin embargo, un nuevo y retorcido punto de vista al mismo. El secuestrador de Sofía lleva tiempo en el punto de de mira del equipo de Garnero. Se trata de un potencial asesino en serie, un psicópata con una retorcida particularidad, una patología denominada olfactofilia, un deseo sexual compulsivo relacionado con el olor de la transpiración, que le hace robar las compresas de las víctimas antes de matarlas.
Asqueado por el individualismo de Garnero, el comisario Cervantes permite a Susana Ruiz continuar sus investigaciones en paralelo, contando con la ayuda de Eduardo Cortés, el ayudante del detective Vargas. Eduardo es un joven ingeniero que conoció a Susana en el pasado.
La investigación se torna angustiosa cuando Eduardo descubre algo más.
A Sofía le queda poco para que le baje la regla.
El autor la ofrecía
gratis a quien quisiera leerla, con el compromiso de la reseña,
pero yo preferí comprarla. Me gustan los libros gratis como al que
más, pero es que estaba en Amazon casi regalado. 89 céntimos cuesta
la obra en sí, y a cambio recibes muchísimo más.
Me esperaba algo más
verde, el autor se ha auto-publicado en Amazon, pero me he encontrado
con una novela muy bien estructurada, muy madura, y sin cabos
sueltos. Además, y aunque no tiene nada que ver con la lectura, es
una edición muy cuidada, sin errores tipográficos ni faltas de
ortografía. Creo que vi alguna suelta, pero estaba tan enfrascada en
la historia que ya ni me acuerdo. La sensación global que tengo,
después de haber leído el libro, es que pagué precio de mercadillo
por un artículo de lujo.
El estilo narrativo es
sencillo, sin muchos artificios. Tan solo tiene dos trucos para
hacernos la lectura más amena y, por supuesto, que nos enganchemos a
la historia. El primero es el humor. No utiliza muchos recursos
estilísticos, es descriptivo, pero hace gala de un humor negro
excelente, que a veces aligera tensión. El segundo truco es el
cambio de narrador. Utiliza dos voces para contarnos la historia, un
narrador omnisciente para los protagonistas que investigan el caso, y
una primera persona para la chica secuestrada. De hecho inicia el
libro Sofía, la chica, creando un efecto de bofetada que hace que ya
no te quieras separar de la novela. Estos capítulos en primera
persona aceleran el pulso, crean tensión, hasta que al final quieres
leer de dos en dos líneas para comprobar si acaba bien o no.
Los personajes, todos,
son como cualquier persona que te puedas encontrar por la calle.
Tienen personalidad, profundidad y te los presenta poco a poco, como
cuando conoces a cualquiera. No te suelta todo su pasado de golpe,
creando un efecto artificial. No. Te da las primeras impresiones, te
cuenta qué se les pasa por la cabeza en ese preciso instante, y a
partir de ahí va desgranando su pasado poco a poco. Lo justo que
necesitas saber. Pero esto es con todos los personajes, con los
principales: Eduardo, Ana y Vargas, y con los secundarios. Hasta con
el guarda de seguridad de la universidad. A Sofía la conoces porque
te lo cuenta ella misma, y el único que queda a la sombra es el
secuestrador. Pero es que si no, no habría misterio...
Y vaya si hay misterio.
Sergio G. Ros ha creado una trama muy bien pensada, sencilla a la par
que interesante, y la ha envuelto de investigaciones, persecuciones,
carreras por llevarse méritos, y pistas encontradas aparentemente
por azar. Todo crea un conjunto de thriller, con personajes
carismáticos y un secuestrador con tendencias extrañas, que no
tiene nada que envidiar a cualquier best seller de este género. La recomiendo sin dudar.
El ladrón de compresas
Sergio G. Ros
Edición Kindle
170 páginas