domingo, 18 de marzo de 2012

El ladrón de compresas, de Sergio G. Ros


Carmina, en su blog Detinta en vena, propuso la lectura conjunta de esta novela acompañada de Tatty, del blog El universo de los libros. Lo primero que me llamó la atención fue el título ( y a quién no), con una mezcla de curiosidad y repugnancia. Luego leí la sinopsis y me convenció, a pesar del título.
Sinopsis (De Amazon): Sofía Jimenez, una estudiante universitaria de veinte años de edad, ha sido secuestrada.
Un antiguo compañero de la chica recibe un mensaje del móvil de Sofía, se trata de una imagen borrosa que la policía científica analiza, en el que se aprecia una antigua Tabla Periódica de los elementos. El comisario Cervantes decide poner a la agente Susana Ruiz en el caso, hasta ese momento liderado por el engreído policía José Mulero. Susana tiene, además, otro encargo del comisario: pedir ayuda a Vargas, un famoso detective, viejo amigo suyo.
Poco después, la comisaría de Pedreira recibe la visita del grupo de investigación del subinspector Garnero, un hombre ambicioso y con pocos escrúpulos, que toma inmediatamente las riendas del caso y todo el protagonismo mediático. Su grupo aporta, sin embargo, un nuevo y retorcido punto de vista al mismo. El secuestrador de Sofía lleva tiempo en el punto de de mira del equipo de Garnero. Se trata de un potencial asesino en serie, un psicópata con una retorcida particularidad, una patología denominada olfactofilia, un deseo sexual compulsivo relacionado con el olor de la transpiración, que le hace robar las compresas de las víctimas antes de matarlas.
Asqueado por el individualismo de Garnero, el comisario Cervantes permite a Susana Ruiz continuar sus investigaciones en paralelo, contando con la ayuda de Eduardo Cortés, el ayudante del detective Vargas. Eduardo es un joven ingeniero que conoció a Susana en el pasado.
La investigación se torna angustiosa cuando Eduardo descubre algo más.
A Sofía le queda poco para que le baje la regla.

El autor la ofrecía gratis a quien quisiera leerla, con el compromiso de la reseña, pero yo preferí comprarla. Me gustan los libros gratis como al que más, pero es que estaba en Amazon casi regalado. 89 céntimos cuesta la obra en sí, y a cambio recibes muchísimo más.
Me esperaba algo más verde, el autor se ha auto-publicado en Amazon, pero me he encontrado con una novela muy bien estructurada, muy madura, y sin cabos sueltos. Además, y aunque no tiene nada que ver con la lectura, es una edición muy cuidada, sin errores tipográficos ni faltas de ortografía. Creo que vi alguna suelta, pero estaba tan enfrascada en la historia que ya ni me acuerdo. La sensación global que tengo, después de haber leído el libro, es que pagué precio de mercadillo por un artículo de lujo.
El estilo narrativo es sencillo, sin muchos artificios. Tan solo tiene dos trucos para hacernos la lectura más amena y, por supuesto, que nos enganchemos a la historia. El primero es el humor. No utiliza muchos recursos estilísticos, es descriptivo, pero hace gala de un humor negro excelente, que a veces aligera tensión. El segundo truco es el cambio de narrador. Utiliza dos voces para contarnos la historia, un narrador omnisciente para los protagonistas que investigan el caso, y una primera persona para la chica secuestrada. De hecho inicia el libro Sofía, la chica, creando un efecto de bofetada que hace que ya no te quieras separar de la novela. Estos capítulos en primera persona aceleran el pulso, crean tensión, hasta que al final quieres leer de dos en dos líneas para comprobar si acaba bien o no.
Los personajes, todos, son como cualquier persona que te puedas encontrar por la calle. Tienen personalidad, profundidad y te los presenta poco a poco, como cuando conoces a cualquiera. No te suelta todo su pasado de golpe, creando un efecto artificial. No. Te da las primeras impresiones, te cuenta qué se les pasa por la cabeza en ese preciso instante, y a partir de ahí va desgranando su pasado poco a poco. Lo justo que necesitas saber. Pero esto es con todos los personajes, con los principales: Eduardo, Ana y Vargas, y con los secundarios. Hasta con el guarda de seguridad de la universidad. A Sofía la conoces porque te lo cuenta ella misma, y el único que queda a la sombra es el secuestrador. Pero es que si no, no habría misterio...
Y vaya si hay misterio. Sergio G. Ros ha creado una trama muy bien pensada, sencilla a la par que interesante, y la ha envuelto de investigaciones, persecuciones, carreras por llevarse méritos, y pistas encontradas aparentemente por azar. Todo crea un conjunto de thriller, con personajes carismáticos y un secuestrador con tendencias extrañas, que no tiene nada que envidiar a cualquier best seller de este género. La recomiendo sin dudar.


El ladrón de compresas
Sergio G. Ros
Edición Kindle
170 páginas

lunes, 5 de marzo de 2012

La llamada de lo salvaje, de Jack London


Sinopsis (contraportada): Buck, el perro del juez Miller, lleva una apacible vida en Califronia, cuando es raptado y obligado a tirar de un trineo por las heladas orillas del río Yukón, donde miles de hombres – llamados por la “fiebre del oro” - buscan fortuna. Terribles experiencias y la crueldad de sus nuevos amos le empujan a con sus ancestros salvajes como ñunica forma de adaptarse al medio y sobrevivir. Finis, el otro cuento que completa este volumen, se desarrolla también en la zona ártica.

El espíritu aventurero del novelista norteamericano Jack London (1876-1916) le proporcionó una existencia tan aasionante y dura como la de la maoría de sus personajes. Marinero en un barco a la caza de focas y buscador de oro en la frontera de Alaska, conoció el mundo marginal y la cárcel a causa de su condición de desempleado y vagabundo. Pero cuando convirtió su biografía y ácidas críticas sociales en novelas, la difusión que alcanzó fue extraordinaria.

Esta novela cumple para mí dos propósitos personales: leerme mis propios libros, y leer más clásicos. Hace unos años cogí una colección de El Pais de clásicos de aventuras, y se habían quedado intactos hasta ahora, que me ha dado por leerlos. Y cómo me alegro de haberme decidido, por fin, a adentrarme entre estas páginas de aventuras escritas hace tanto tiempo. Como ya me ha pasado en otras ocasiones, no me ha resultado tan desfasado como creía. Creo que ya me he quitado esa especie de miedo a los clásicos, a los antiguos, que tenía. Invito a todo el mundo que le pase como me pasaba a mi, que todo lo que tuviera tufillo a antiguo me daba grima, a que se sacudan esos prejuicios y se acerquen a estas páginas, que realmente merecen la pena.
La llamada de lo salvaje es una novela corta de London, cuyo protagonista es Buck, un perro. Esto queda claro desde el principio, aunque el autor juega unas líneas con el lector al principio. Toda la novela está contada con un narrador omnisciente, pero desde el punto de vista del perro. Aunque no sólo te muestra el pensamiento de Buck, también te cuenta las aventuras de los humanos que se encargan de los canes.
Jack London
Enseguida le coges cariño a Buck, un perro que es raptado de su hogar, un hogar cómodo y es llevado al norte, al ártico donde va a ser utilizado como tirador de trineos junto con otros perros. Enseguida aprende que ese tipo de vida es dura, pero Buck también lo es y se adapta pronto, contra todo pronóstico, a ese ambiente inhóspito.
Es un libro entretenido, inundado de descripciones exhaustivas que te introducen de lleno en el mundo de la búsqueda del oro, en la que conoces a los humanos y a los animales, y que se me ha hecho muy duro de leer a veces, debido a los maltratos que en ocasiones les proporcionan a los animales.
Aunque no me ha gustado en ocasiones la forma de narrar, el estilo, sobre todo en los cambios de escenario. Quizás demasiado evidentes, no es capaz de una transición limpia, pero es un mal menor. En todo lo demás es un libro que no solo se disfruta, sino que se vive, se sufre y se padece.

Para completar el libro, como dice en la sinopsis, se incluye otro relato corto (aún más corto), llamado Finis. Cuenta la historia de un hombre en el ártico, enfermo de tuberculosis y sin trabajo cuya obsesión es robar un trineo para ir al sur, a tierras cálidas. El tipo de narración es el mismo, con abundancia de descripciones, pero que no resultan cargantes, sino que te adentran en las inhóspitas tierras de Alaska. Lo que pasa es que, después de cogerle cariño a Buck y de haberle acompañado en sus aventuras y desventuras, este hombre triste que encuentra un final absurdo se hace poco.
Aún así, es un libro que me alegro de haber leído y que recomiendo sin dudar.

La llamada de lo salvaje
Jack London
Editorial El Pais
Colección El Pais Aventuras
146 páginas