martes, 5 de marzo de 2013

Tan dulce, tan amargo, de Roberto Carrasco

Un día recibí de correos dos libros que no esperaba. Me los mandó la editorial amablemente, y fue toda una sorpresa agradable. Tanto, que lo puse en twitter. Y Roberto contestó mi tuit, y una cosa llevó a la otra y al final acabó ofreciéndome su primera novela, Tan dulce, tan amargo. Acepté encantada. Sólo conozco a Roberto por sus tuits, y ahora también por su blog, llamado como su novela primogénita, pero no sé si es porque vive en Málaga o qué, que le tengo simpatía, y me llamaba la atención su forma de expresarse. Conocerle ha sido todo un acierto, porque he descubierto otro autor que se ha convertido en imprescindible en mi biblioteca. Y encima es fan de las Gárgolas, ¿qué más puedo pedir?
Tan dulce, tan amargo es una novela doble. Vamos, que son dos novelas cortas que no tienen nada que ver entre sí a las que han juntado en una novela. Son dos caras de una misma moneda, un lado amargo muy amargo y el otro dulce (aunque no tan dulce).
La novela comienza con el lado amargo (lo que ya contradice el título), en lo que yo creo que es un error. ¿Por qué? La misma reseña dará respuesta.
Roberto Carrasco (Foto extraída de su cuenta twitter)
Terrible deseo, la primera de las novelas cortas, es la confesión de un asesino preso que quiere dejar constancia de sus actos divinos antes de recoger su premio. Entramos así en la mente de un perturbado, de una forma totalmente inquietante somos testigos y cómplices en una espiral de violencia y sexo. A la par vamos conociendo la historia de Axel, un niño solitario y raro que huye de una casa a la que cree no pertenecer y va dando tumbos por la vida. Estas dos historias se mezclan, el presente y el pasado del perturbado, que es un Caín moderno; el presente de Axel y la historia de cómo llegó al mundo, hasta un final asombroso, y quizás el único posible.
La historia en sí es angustiosa y convulsiva, y a veces un poco desconcertante, pero lo que de verdad le da vida es la forma de narrarla. El estilo es serio, directo y rebelde. Sí, rebelde. Sé que es un adjetivo extraño para definir un texto, pero es el que se me ocurre. Agresivo, también. Y, sobre todo, lírico. Tiene una cadencia en la narración que a veces hace que te olvides incluso de la historia, o que la disfrutes a pesar de su brutalidad y salvajismo. Me recuerda al estilo de los primeros libros de Ray Loriga, un autor diferente e irreverente también. Me consta que a Roberto Carrasco le gusta Loriga, supongo que será un autor referente en su obra, pero no cae en la imitación. Tiene un estilo propio que le define y que le posiciona como autor fetiche en mi biblioteca. En este relato es provocador, y sin miedo a expresar lo que la historia le conmina necesariamente.
Y aquí viene la respuesta a la pregunta anterior. ¿Por qué Terrible Deseo debería haber ido en segundo lugar? (Bajo mi punto de vista, claro) Porque es tan brutal, tan visceral, tan aterrador y tan perturbador, que eclipsa totalmente a la parte dulce de la novela.
En Cerrado por Inventario, un dibujante de cómics regresa de la capital, donde trabaja para una revista, a su ciudad natal, en teoría para vender una propiedad de sus padres. La verdad es que huye de una relación insana y de la que no habría escapado si la otra parte no le hubiera dejado tirado en la calle. Una vez en su ciudad el destino se alía para devolverle los fantasmas de su pasado. ¿Será capaz de recomponerlo y seguir adelante?
Lo primero que se me ocurre es que es una historia más “normal”. Es una historia de amor en el que el desamor está presente, y el dolor de una relación malsana. La narración, aunque no tan impactante, es impecable. Los diálogos (en los que me fijo mucho, creo que estoy obsesionada) son totalmente creíbles (aunque no le doy un diez, tiene un notable como poco), y los personajes son todos muy profundos y bien dibujados, incluidos dos que me hicieron mucha gracia, las cuñadas y vecinas de la hermana del protagonista, que a mi me recordaron a las hermanastras de Cenicienta. Inlcuso ellas, que ponen la nota de humor y parecen más caricaturescas, son realistas. ¿Qué tiene de malo esta mitad de la novela? Nada. Absolutamente nada de malo. Es una historia que engancha, con buenos personajes y buenos diálogos. Lo que pasa es que va detrás de una tan impactante (incluido un final apoteósico), que te deja como vacía y con ganas de más (sadismo puro). Y lo que te dan es relax. Que entiendo la idea que tuvieron al hacer la composición así, para dejar al lector con las pulsaciones calmadas, pero conmigo personalmente eso no funciona.
Pero ya digo que la totalidad de la novela me ha encantado. Ha sido un acierto total. Y teniendo en cuenta que es la ópera prima del autor, Roberto Carrasco, estoy deseando leer más obras suyas para ver la evolución. Precisamente este año Tan Dulce, Tan Amargo cumple cinco años y lo celebra con una reedición. No creo que sea lectura apta para todos los públicos, porque es una historia muy gore, con mucho sexo insano y violencia gratuíta, pero a los que les gustan las novelas diferentes ésta les va a encantar. Leédla, valientes, si os atrevéis...