martes, 31 de diciembre de 2013

¡Feliz y Rockanrrolero 2014!


Os quiero desear a todos que paséis una gran noche, y que entréis en este nuevo año, como nuevo comienzo que es, con buen pie. Dejando lo malo atrás y concentrándonos en lo bueno que tenemos por delante.
Por mi parte tengo algunos propósitos (dejar de fumar ya lo hice hace tiempo, y ponerme en forma también, de hecho las dos cosas hace un par de años, pero no es lo único que queda pendiente en mi vida), pero ya escribiré una entrada recopilatoria de lecturas donde os contaré algún que otro propósito.
De momento me propongo dejar los virus que me han tenido dos semanas atada al sofá, espero que para siempre, y empezar el 2014 con un poquito más de salud, una copa en la mano y en la compañía de los que más quiero (somos pocos, pero los esenciales).


¡POR UN 2014 LLENO DE SUEÑOS Y ROCK AND ROLL!

martes, 24 de diciembre de 2013

¡Feliz Navidad 2013!

Desde aquí os quiero desear a todos que paséis una gran noche en compañía de los que más queréis.


El cuadro es de Juan Correa de Vivar, La Natividad, y lo he sacado de aquí.
¡POR UNA NAVIDAD LLENA DE LIBROS!
¡FELICES DREAMS Y ROCK AND ROLL!

martes, 17 de diciembre de 2013

Proyectos Isi: El Profesional


Isi, que es un alma inquieta, nos ha propuesto un nuevo juego. Se llama Proyectos, y cada 25 de mes nos mandará deberes. Este mes de diciembre toca "El Profesional", y se trata de hablar de algún libro que tenga que ver con nuestra profesión, la que estemos desarrollando, estudiando, o tengamos pensada para nuestro futuro.

A mi, que me había ilusionado muchísimo la idea de Isi, con esta primera propuesta me había desinflado un poco. ¿Por qué? Pues porque mi trabajo es eso, un trabajo. No tengo una profesión como tal, y mi única vocación en la vida es una utopía. Pero me decidí a hablar de mi utopía, porque al fin y al cabo es lo único que he querido ser en la vida y porque es mi propósito de año nuevo: dedicar más tiempo y esfuerzo a mi sueño.

¿Y cuál es mi sueño? Desde luego no es estar en la logística de una empresa multinacional textil. Aparte creo que no hay libros sobre eso. Mi sueño, mi utopía, desde que era una canija, desde que aprendí a coger un lápiz, es ser escritora.

Qué tontería, ¿verdad? Pues sí, pero es lo que hay. Escribo desde que tengo uso de razón. Tengo cuentos acabados (y encuadernados) de cuando tenía 8 años. Y más de después. Hasta ahora, de hecho. Lo que pasa es que según fui creciendo fui escribiendo menos, aunque nunca lo dejé del todo, y mi sueño se diluyó un poco entre hipoteca, trabajo y realidad.

Ahora, con mi niña, parece que ha despertado. De hecho inicié este blog cuando nació mi hija, y me ha ayudado, tanto uno como otra, a mantener viva mi ilusión. Por eso se llama Rock and Roll Dreams, porque mis sueños de R&R siempre han tenido que ver con las letras, y porque me ponía Meat Loaf de adolescente para escribir. No espero ganar un Planeta, ni nada. Me conformo con escribir y con tener mi blog y la llama activa. Hacer de nulla dies sine linea un lema a seguir, y enseñarle a mi hija que los sueños se persiguen, no se abandonan.


Después del rollo os recomiendo un libro (que es para lo que es todo esto, al final). Manuales para escritores hay como cien mil, y cualquiera es bueno. Pero uno que me encanta, porque es más que un manual es Mientras escribo, de Stephen King. Habla del oficio de escritor, y de cómo se inició él en lo que ha sido una gran carrera profesional. Particularmente me encanta cuando los escritores hablan de sí mismos, y si un grande como King lo hace con esa humildad pues me gusta aún más.

Y si os interesa escribir, como a mi, os recomiendo también una página web, Literautas, que ayudan con ideas, talleres y demás. Os recomiendo echarle un vistazo.

Hasta aquí, el Proyecto de diciembre. Estoy deseando saber qué nos tiene reservado Isi para enero.

¡Felices dreams y rock and roll!

martes, 26 de noviembre de 2013

Aquamarine, de Vera Parkhutik


Sinopsis: Gabriel Cherny es el mejor concertista de orchestrón, un instrumento musical electrónico muy especial, que transmite las emociones de su intérprete al público que lo escucha. Pero una historia oscura rodea a Cherny y a su instrumento. Treinta años atrás, el empresario Stiven Ramis, creador del orchestrón, se vio envuelto en un escándalo a causa de una serie de suicidios que tuvieron lugar en la sede de su empresa, Emociones Líquidas. El propio Cherny arrastra un pasado solitario y lleno de secretos. Cody Weil, periodista de Hoy y Mañana, será el encargado de desenmarañar todo este entramado de mentiras y secretos. Mientras la pequeña Fally, hija adoptiva de Ramis y poseedora, si cabe, de un talento mayor que el del propio Cherny, parece ser la clave para desvelar la verdadera historia que rodea al orchestrón.

Esta fue la primera novela escogida por Random para aligerar la carga de mi pobre Kindle. En Aquamarine nos presentan un futuro no muy lejano, y para nada ajeno. Hay muchos avances técnicos, en materia de telefonía e internet, por ejemplo, aunque no son los únicos. En la realidad de Aquamarine no hay teléfonos, sino implantes cloqueares que dan cabida a todo un mundo de noticias, accesos telefónicos y hasta a ambientes musicales que prometen hacerte más feliz. Precisamente investigando esta noticia, la de los ambientes musicales, es como Cody Well se mete de narices en una historia oscura, medio familiar, medio sensacionalista, que le consume y causa consecuencias directas sobre su vida.
¿Puede la música modificar los sentimientos de una persona? ¿Puede una canción desesperante meterse hasta el alma de quien la escucha, provocándole que se suicide? De eso, y de los sentimientos de una pareja de hermanos, trata este libro.
La historia en sí, la verdad sea dicha, me ha gustado. Es una historia original, con un grado de futurismo real que me ha gustado mucho. De hecho creo que es lo que más me ha gustado de la novela, el futuro realista que nos dibujan, con tantos avances tecnológicos pero pocos de sociedad.
Sin embargo, en general, es un libro que me ha entretenido pero poco más. No estaba deseando cogerlo, ni me costaba dejar de leerlo cuando tenía que irme o me interrumpían. Y no ha tenido nada que ver con la historia, que sí me ha gustado. Como ya he dicho, es original y te proporciona un suspense, te hace plantearte unas interrogaciones que son lo que en realidad ha hecho que siguiera leyendo. Los personajes están bien, trazados correctamente y con un intento de tridimensionalidad que se queda en intento por cómo está contado.
Y es lo que no me ha convencido, la narración. Es un narrador semi omnsiciente el que te lo cuenta. Es decir, narrador omnisciente pero desde el punto de vista del protagonista. Y te cuenta la historia todo el tiempo, no te muestra reacciones, o no te muestra las suficientes. Esto hace que no te involucres en la historia, que no profundices, con lo que no empatizas con ningún personaje, ni con la historia.
Aparte de eso, algún punto predecible, un personaje en concreto poco logrado (una niña demasiado infantil para la edad que tiene), y un final un tanto precipitado son los otros puntos negativos de la lectura.
Una lectura fácilmente olvidable, la verdad. Pero cada uno que decida por sí mismo. No sería la primera vez que voy en contra de una mayoría.
¡Felices dreams y rock and roll!

viernes, 22 de noviembre de 2013

Mamá en apuros #1: La reserva de gasolina


Las mamás lo sabemos todo. Tenemos la cabeza en mil sitios distintos, pero controlamos los mil sin problemas. Somos perfectas, o casi, y atendemos el teléfono mientras jugamos con nuestros peques y hacemos mentalmente la lista de la compra.

Pero yo no. Yo soy una mamá en apuros y a veces mi cerebro sale a pasear sin mi permiso. Aunque me autoengañe, como hoy, que me he levantado pensando que lo tenía todo bajo control y orgullosa de mi misma por cómo administro mi escaso tiempo. Pero empecemos por el principio.

Tal día como ayer, por decir algo, al ir a recoger a mi peque después del trabajo se me encendió la reserva. No me gusta echar gasolina con MiniP, la tengo que sacar del coche (jamás de los jamases la dejo sola dentro, es un miedo de madre, por si me roban el coche con la niña dentro) y me supone un engorro tanto desabrochar y abrochar cinturones, de modo que hice cálculos mentales. Unos 7 km hasta casa y otros 15 hasta el trabajo mañana. Apuro un poco pero sin problemas. De modo que quito el aire acondicionado (para gastar menos), bajo las ventanillas (con lo que gasto más, pero si no me achicharro) y decido recoger a la peque, aparcar en casa y echar gasoil al día siguiente (tal día como hoy).

Mi tarde transcurre normal. Siesta pasada por agua del sudor. Y paseo por el parque. Me bajo la mochila de la peque, con sus cosas, y traslado parte de las mías temporalmente, porque además hay que comprar. Compra, toboganes, cochecitos de feria y para casa. Ropa de deporte y a correr. Luego subir, acostar a la peque (que ya está cenada), ducha, cenar y dormir. Milagrosamente me acuerdo de cambiar la hora en el despertador, cinco minutos antes. Lo tengo todo controlado.

Por la mañana suena el despertador y lo apago. Aún lo tengo todo controlado. Para autoengañarme programo dos horas distintas, con 10 minutos de diferencia, para poder dormir los diez minutos de prórroga. Suena el segundo. Ufff, me cuesta un mundo levantarme, pero hago el esfuerzo.

Me siento en la cama y hago mis ejercicios de cuello. Me levanto y me estiro. Ahora viene el baile del que me siento tan orgullosa: cómo sacarle partido al tiempo por la mañana para poder dormir más. En el baño me limpio la cara (la rutina es nueva, forma parte de mi yo súper-mamá), me echo el tónico y la crema. También me peino. En el comedor (para no despertar a nadie) me visto y voy a la cocina para preparar el café y la tostada. Mierda, hoy me toca preparme la comida de media mañana, parece que no lo tenía todo controlado al final. Que no cunda el pánico. Un plátano y jamón serrano con dos tostas de pan. Ahora sí, al comedor a hacer el yoga matutino (sí, rutina nueva también, de súper mamá). Saludo al sol (versión wii). Miro el reloj. Aún estoy en hora.

Cocina y termino de preparar el café. Lo llevo al comedor y mientras desayuno voy leyendo. Tengo diez minutos. Cuando va a llegar la hora de irme, recojo la taza y me lavo los dientes antes de salir de casa.

Sonrío orgullosa. He conseguido hacer toda la rutina en el mismo tiempo y salir de casa con 5 minutos extras para parar en la gasolinera. Arranco y pongo la música. Soy una súper mamá rockera y voy cantando alegre. Ya en la carretera, fuera del pueblo, me doy cuenta.

Mierda. Mierda.

Mierdamierdamierdamierda.

Echo mano al bolso. Mierda. Mierdamierdamierda.

Un detalle pequeño pero importante. Ayer cuando bajé al parque metí mi monedero en la mochila de MiniP. Y ahora soy mamá en apuros: sigue en la mochila de la peque.

Maldigo mi suerte y aporreo el volante. En la cuesta abajo quito la marcha al motor para que gaste menos. ¿Y ahora qué hago? Sopeso mis posibilidades:

Darme la vuelta. Descartado. Primero porque llegaría tarde y segundo porque no sé si llegaría después a la gasolinera.

Llamar a mi madre para que me de dinero. Descartado. Está el hecho de que si la llamo a las seis y media de la mañana la voy a asustar. Y tampoco sé si ella tiene dinero en casa. Y, por supuesto, llegaría tarde.

Echarme a llorar. Uff, esta casi me convence.

Tirar para delante y que sea lo que dios quiera. Una opción extraña para una atea, pero es la que escojo. No sé si después de parar el motor y arrancar de nuevo tendré gasolina suficiente para llegar al surtidor, pero confío en que sí. Igual que confío en la generosidad de mis compañeras, a las que tendré que pedir prestado al menos 10 euros para el gasoil.

Llego al trabajo con un ánimo extraño, pero con tiempo de sobra. Yo que creía que estaba todo bajo control, y he perdido cinco valiosos minutos de sueño para luego nada. Y paso la mañana huraña, contando mi triste historia pero nadie parece entenderla en su profundidad. Y, lo peor de todo, nadie hoy parece tener dinero. Mierda. Mierdamierda.

Por fin las once, y yo con un hambre canina. Subo a la taquilla, y al coger el móvil un mensaje de P. "Estoy junto a tu coche". ¿Qué? Los ojos me hacen chiribitas como en el icono ( *o*), y corro a su encuentro. (Aunque tampoco es tan fácil: hay que bajar un piso y salir a la calle por un torno, cojo el plátano para el camino). Mi corazón va a cien, seguro que ha visto el monedero y ha venido a dármelo.

Pues no. No había visto el monedero. Pero había visitado a un cliente cerca de allí, y como era la hora de mi pausa, ha venido a verme. Como un príncipe azul, el día que más le necesitaba, ha acudido a mi rescate con diez euros en su cartera.

No me importa ser una mamá en apuros siempre que tenga a mi lado a papá en apuros.

jueves, 21 de noviembre de 2013

¡Cambios! ¡Cambios!

Esta semana no traigo reseña, entre otras cosas porque me ha pillado el toro. Tengo dos libros a medio terminar, uno de ellos casi lo he terminado, con el otro estoy atascada, pero al final no me dio tiempo, así que semana en blanco. (Aunque a juzgar por el éxito de la última reseña no creo que importe mucho...)
Como no quería que me olvidaráis he querido hacer una entrada introductoria a los cambios que tengo previstos para mi rinconcito cibernético. Últimamente ando muy liada, tengo muchísimos frentes abiertos, entre ellos un curso de egiptología que me está fascinando (al que me presenté por mi hermana y María, y que finalmente estoy haciendo yo sola, ejém, ejém), pero esto, lejos de ser un obstáculo se está convirtiendo en acicate. Estoy activa casi todo el día y casi todos los días, y esto me hace llenar mi cabeza de planes. Algunos los voy completando, y otros los he de postergar, pero, y esto es una novedad, estoy tomando notas para que no se me olviden.
Y después de darle como un millón de vueltas a la cabeza, he decido lanzarme a la piscina. Hoy os vengo a presentar una nueva sección en el blog. Se llamará Mamá en apuros.
Será los viernes, probablemente alternos, y os contaré algunas de mis peripecias causadas por mi rol como madre. No tengo mucho escrito, y es posible que no lleve un orden cronológico, pero sé que si tomo el compromiso iré escribiendo más cosas que ahora no hago por un poco de pereza.
Comenzaré este viernes, con uno que escribí este verano. Como digo no irá en orden, el siguiente es probable que sea del año pasado, luego algunos de cuando era bebé (si los encuentro), y finalmente nuevas aportaciones...
Y, para que no haya muchos líos, he aprendido a crear pestañitas que contendrán las diferentes secciones que iré introduciendo. Porque habrá más... (¡Es una amenaza!)
Lo que pretendo es que este blog sea un reflejo de mi vida. Y mi vida son libros, sí, pero también son muchísimas más cosas. Hay un caos en equilibrio que abarca desde mi tiempo de lectura hasta mi tiempo de ejercicio (Let´s run!), pasando por las muchísimas horas que disfruto con mi hija. Y quería reflejarlo.
Espero que lo disfrutéis tanto como lo disfruto yo compartiéndolo.
¡Felices dreams y rock and roll!

viernes, 15 de noviembre de 2013

Rock and MUSIC Dreams... #1

 Por más que haya querido cambiarle el título, esta sección es un Miércoles Musical, pero publicado en viernes. Tenía un par de canciones en mente, pero como las reseñas las saco los martes no me apetecía publicar dos días seguidos, así que le he cambiado el nombre para poder cambiarle de día.
Hoy quería traer lo nuevo de Bunbury. Soy gran seguidora de los Héroes del Silencio (el lema del blog, la ficción es y será mi única realidad es de una canción suya), y de los primeros discos del cantante en solitario. Luego empezó a desvariar demasiado, para mi gusto, y le dejé un poco de lado, aunque siempre le he seguido un poco como de reojo.
Y ahora ha presentado su nuevo disco, Palosanto, cuyo primer single, Despierta, me ha gustado mucho. A falta de escuchar el disco entero me parece un Bunbury más reivindicativo, más cercano a la realidad. Y en las entrevistas que he visto de esta promoción le he notado más cambiado. Quizás es que se nos hace mayor, o será el acento tan cerrado que tenía, que lo ha perdido. El caso es que ha vuelto a despertar mi curiosidad.
Os dejo con el vídeo, a ver qué os parece.

martes, 12 de noviembre de 2013

Tengo tu número, de Sophie Kinsella


Poppy ha perdido su anillo de compromiso. Es horrible. Está a la puerta del hotel donde ha celebrado su despedida de soltera, angustiada haciendo llamadas a diestro y siniestro. Agita el móvil para conseguir más cobertura y... ¡horror! Un tipo en bici se lo ha robado. Está tan desesperada que vuelve al mostrador del hotel para llamar a la policía, pero ve un móvil tirado en una papelera. Y lo coge. Estaba en la basura y ella lo necesita urgentemente. No es robar. Se lo ha encontrado.
Así comienza la gran aventura de Poppy, una joven a punto de casarse que ha perdido su anillo de compromiso.
Conozco las letras de Sophie Kinsella gracias a su serie de Becky, que me encanta (Loca por las compras, podéis comprobarlo aquí y aquí), y no tenia muy claro qué esperar de este nuevo libro cuya protagonista no es Becky. Temía que fuera una copia de la anterior serie, y no. Las protagonistas se parecen en que ambas están un poco locas, y son impulsivas, pero nada más. Poppy es un personaje propio, que no tiene nada que envidiarle a Becky, y que también se ha ganado su puesto en mi corazón.
Y es que está loca, loquísima. Pero a la vez es tan normal que asusta. Llega a coger un móvil que se encuentra en una papelera y comienza un intercambio de mensajes con el dueño del móvil, por pura desesperación. Sin embargo no puedo decir que no hiciera yo lo mismo si me encontrara en su situación. Es tan real que da un poquito de vergüenza ajena en algunos puntos (no sé cómo se atreve a hacer ciertas cosas), y con tan buen corazón que en seguida te enamoras de ella.
Los demás personajes son geniales también. No hay ninguno manco o cojo. Crean atmósfera y consiguen dar un toque de color a esta historia tan divertida.
Porque la historia es muy entretenida, un no parar de emociones que desemboca en un final muy peliculero pero que disfruté muchísimo.
Me encanta el papel que representa el móvil, y las tecnologías, en la historia. Hay mucha parte del argumento que se desarrolla entre mensajes de móvil, como una conversación, y tienen tanta credibilidad que parece que la autora ha copiado el whatsapp de cualquiera. Lo imagino como un diálogo, tan complicado que resulte natural, y que chirría si no se consigue bien. Pues aquí Kinsella lo ha bordado.
Por lo demás, chick-lit: narración sencilla, en primera persona y en tono de humor (aunque a veces se ponga la cosa seria). Algo para disfrutar (muchísimo) en un rato, que distrae y despeja. Que te posee y hasta que no das por terminada la lectura no te suelta.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Random dice... #1

El otro día vi esta entrada en el blog de mi hermana, donde nos cuenta su nuevo sistema para elegir lecturas. En principio no lo tomé como idea a implementar, porque no tengo yo tiempo para hacer papelitos y meterlos en un bote, pero cuando me puse a mirar todos los libros que tenía en el kindle, decidí darle una vuelta...
Tengo mi kindle (no tiene nombre), desde hace un par de años. Y al principio, ya sabeis, con la novedad y la emoción comencé a cargarle libros. Y comenzaron a pasarme libros. Y empecé a ver ofertas en la tienda kindle de Amazon. Y los Kindle Flash... Una locura consumista total. Porque hay libros que compré hace dos años y ahí están, los pobres, en la parte final de la lista. Así que he decidido ponerle remedio. ¿Cómo? Copiando la idea de mi hermana (ya lo sé que no es suya original, pero bueno), pero tecnologidizada. He hecho una lista con los libros que tengo en el kindle (la podéis ver aquí), y cada vez que quiera una lectura digital iré a Random.org a que me diga cuál debo leer. Estaba muy orgullosa de que se me hubiera ocurrido la idea, pero mi hermana me dijo que eso ya estaba inventado y se llamaba Random dice... y me desinfló el orgullo. Que digo yo, ¿no podría haber sido un poco más piadosa? Si la neurona no me da para más, pues no da...
Como me conozco, he puesto reglas (que, como me conozco, pueden variar):
1.- No agobiarme. No es un deber, es una ayuda.
2.- Si no me gusta lo que toca puedo cambiar. Pero una sola vez. Y si la segunda lectura no me apetece, elegiré la primera. (O un libro en papel).
3.- Me reservo el derecho a variar las normas (aunque nunca con carácter retroactivo).

No será una entrada regular, porque no llevo un ritmo de lectura regular, y además compagino con lectura en papel (y lecturas conjuntas o cosas que puedan surgir), pero intentaré contar aquí cada vez que elija libro para el kindle. Y si me gusta la experiencia no descarto hacerlo con la lectura en papel también.

Y os dejo con mi primera elección:

No se ve muy bien porque en mi ignorancia hice un print screen y es de calidad muy pobre. Ha tocado Aquamarine, de Vera Parkhutik. No sé muy bien de qué trata, os dejo el enlace a su ficha en La Casa del Libro.
Os animo a ver mi lista (quien quiera cotillear) y a hacerme alguna recomendación, si os place.
Y ahora, como despedida, copio una que me han dejado en un comentario y que me ha gustado mucho. Espero que al padre de Isi no le importe.
¡Felices dreams y rock and roll!

martes, 5 de noviembre de 2013

La huella de un beso, de Daniel Glattauer


Kurt es el braco alemán más perezoso que ha existido jamás.
Max quiere escapar de la rutina, los traumas, la navidad y volar a Las Maldivas, pero ¿quién cuidará de Kurt mientras él esté de vacaciones?
Katrin busca un pretexto para no pasar su 30 cumpleaños con sus padres, que no entienden cómo es posible que la hija perfecta siga soltera y sin compromiso. Su padre odia a los perros así que Kurt es la excusa perfecta.
Kurt, Max y Katrin entrecruzan sus vidas en una refrescante comedia que Daniel Glattauer, de forma ágil e ingeniosa, cimienta con altas dosis de humor y romanticismo.

Elegí este libro porque era corto. Acababa de leer un tochazo bastante infructuoso, además, y me apetecía algo ligero y fácil de leer. El libro venía recomendado por mi hermana, que suele acertar bastante, de modo que me decidí. Y acerté.
He tardado 5 días en leerlo, pero ha sido por falta de tiempo. Es de los típicos libros que te comes en un sólo día, y te dejan con la sensación de satisfecho.
El argumento es bastante sencillo. Max quiere irse de vacaciones, pero alguien tiene que cuidar a su perro, por lo que pone un anuncio en internet. A ese anuncio responde Katrin. Y eso les cambiará la vida a ambos. Pero la forma de narrarlo no es nada sencilla. El autor tiene un estilo propio de narración, divertido y original, que parece fácil pero no lo es, que engancha desde la primera letra y no te suelta hasta el final. Da igual que sea previsible, que no lo es, o que tenga poca intriga, o que falten besos, da igual. Te tiene enganchada desde el principio y no lo soltarás hasta que venga una bicha de tres años reclamando tu atención.
El narrador es omnisciente, pero son dos voces las que le dan música a este libro, las de Max y Katrin. Y será su forma original de ver las cosas, de presentar a los demás personajes, poco perfilados pero geniales todos ellos, la que remate una genial lectura.
Es una lectura breve, pero que deja muy buen sabor de boca. Y tiene un punto final, con Kurt, el braco alemán de pelo duro, que es sencillamente genial. Recomendado.

martes, 29 de octubre de 2013

El 19 de marzo y el 2 de mayo, de Benito Pérez Galdós


No había leído nada de Don Benito Pérez Galdós, aunque recordaba de mis tiempos de estudiante que fue un gran cronista de la historia de España gracias a sus Episodios Nacionales. Y aunque no lo había leído, ya había prejuzgado que sería denso e insufrible. Un petardo, vaya. Por eso cuando vi el éxito que tuvieron las dos lecturas anteriores que organizó Isi en su blog me quedé tan sorprendida que le tuve que preguntar a mi hermana en varias ocasiones si de verdad era tan bueno y entretenido, o si lo decían en plan irónico.Me afirmó en todas las ocasiones que sí, que era genial. Y me animó a unirme a la conjunta de la tercera entrega de los episodios.
Así que sin haber leído los dos primeros (no suelo hacer las cosas en orden), me sumergí, con algo de miedo (porque no había leído los dos primeros, y sabía que había una línea argumental que unía los libros) en la lectura de los Episodios Nacionales. Y después de haberlo leído, y disfrutado, digo lo que siempre digo cuando leo clásicos: ¿por qué leches no lo he leído antes? Me estaba perdiendo una joya.
Comienza la historia con Gabriel trabajando en la imprenta de un periódico, colocando los tipos móviles para imprimir el periódico. Y enseguida te cuenta algunos antecedentes y lo que le motiva a él en la vida, que no es otra que su amada, Inés, que vive en Aranjuez y a la que va a visitar todos los fines de semana. En una de esas visitas será testigo de excepción de El Motín de Aranjuez, levantamiento del pueblo que acabó con el mandato de Godoy. De vuelta en Madrid, también presenciará en primera persona el levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses. Entrelazada, la historia de Gabriel e Inesilla, que será huesped de unos tíos que la quieren mucho...
Lo primero que debo decir es que me ha encantado leer a Don Benito. Me he hecho fan suya. Hasta le sigo en twitter (sí, tiene twitter...). Según comencé el libro me engancharon sus líneas.
La historia la cuenta el mismo Gabriel, un chaval de 17 años con mucho desparpajo. Intuyo que tiene mucha historia detrás, aunque no la conozco toda, y él algo te cuenta, pero nada demasiado pesado. Pues de sus labios iremos conociendo los hechos, a pie de calle, que acontecieron en Aranjuez el 19 de marzo de 1808, cuando el pueblo, sabiamente manipulado por algunos nobles, se levantó contra el valido Godoy. Aquí ya estoy tan sumergida en la lectura que estoy junto a Gabriel y ese pueblo enfurecido y bruto. Tan bruto, que realmente muchos no sabían muy bien por qué no querían a Godoy en el puesto.
El lenguaje, de la época, es genial. Nada demasiado rebuscado, pero sí con giros interesantes. Y, lo mejor, la manera de hablar del pueblo ignorante está muy bien representada.
Esta parte me ha hecho reflexionar mucho. Aunque me ha parecido un tanto partidista (como me dijo Isi, y qué no lo es), porque parece que defiende a Godoy en contra de la voluntad del pueblo, veo en realidad un pueblo manipulado por intereses más altos de lo que nadie se espera. Y veo también reflejada una realidad que bien podría haber ocurrido ayer. Yo también opino que la masa es un animal sin cerebro, como bien expone Don Benito, y que es maleable como el papel, sabiendo tocar las teclas adecuadas.
Luego viene la parte más ficticia, la historia de Gabriel e Inés, que no por ser inventada me ha gustado menos ni está peor escrita. De hecho aquí Don Benito destila un humor muy peculiar, que adereza toda la historia de manera impecable.
Los Fusilamientos del 2 de mayo, por el maestro Goya

Antes de hablar de la tercera parte, la del levantamiento, me gustaría hablar de los personajes. Todos ellos son, sencillamente, geniales. Aunque hay dos en particular, los Requejos, los tíos de Inés, que quizás estén un poco estererotipados o llevados al extremo para mi gusto, la verdad es que dan tanto juego que entiendo el por qué son así. Y la pobre Inesilla, que parece un poco simple, aunque tiene momentos grandiosos. Hasta los más secundarios, los protagonistas de la batalla del 2 de mayo, son enormes, de carne y hueso.
Y la parte final. El levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses. El 2 de mayo, fiesta en mi Comunidad (y víspera de mi cumpleaños). Lo he dicho ya como un millón de veces, pero lo repito: no volveré a vivir un dos de mayo con indiferencia. Tendré en cuenta que esta fiesta celebra el valor y el coraje de un pueblo que se enfrentó a un ejército con cuchillos, palos y piedras. Y es que está tan bien narrado que me ha parecido que yo también estaba allí, defendiendo mi tierra junto con Gabriel, la Primorosa y los demás. Destacable también es que destaque Don Benito el protagonismo que tuvieron las mujeres en la refriega, que no fue poco además. Lucharon y jalearon tanto o más que los hombres, y eso en un libro de finales de 1800 es de agradecer.
Lo único malo de este libro es su final. Y no porque no me gustara, que sí, me encantó de hecho, pero que te deja en un momento de la historia que hubiera cogido a don Benito de la pechera para gritarle en la cara: ¿y ahora qué pasa? ¡No me puedes dejar asi!
Pasado el momento de furia, reflexiono y me quedo con la duda del destino de los personajes. Hay que leer el siguiente, es imposible no seguir con la serie.
Desde luego Don Benito ha sido para mi el descubrimiento del año. Seguiré con la conjunta que organiza Isi (aunque no sé si podré aguantar hasta entonces), y me leeré los dos primeros, por supuesto. Y animo a todo el mundo a leer los Episodios Nacionales, no sólo instruyen, sino que entretienen, y mucho.

martes, 22 de octubre de 2013

Wilt, de Tom Sharpe


Para la tertulia del Café Gijón, de la que os hablé aquí, se eligió la lectura conjunta de Wilt. Era corto y era de humor. Y fue una elección muy acertada, porque si leyendo no me reí a carcajada limpia (entre otras cosas porque estaba en la sala de espera en el médico), comentando sí que lo hicimos.
Investigando por google leí que esta novela es la precursora del llamado "humor inglés", que más tarde haría más famoso los Monty Pyton. Sé que es un tipo de humor peculiar, cuanto menos, y que no a todo el mundo le hace gracia. A mi sí. Y por eso disfruté como una enana de esta novela, porque una de mis películas favoritas es "La vida de Brian" y aún me río con la escena del gordo que explota en "El sentido de la vida". Puedo parecer simple, pero así soy feliz.
Wilt es un triste hombre (que no un hombre triste) que da clases en una escuela de oficios. Da clase de literatura a chavales que se están formando para carniceros, torneros o secretarias. Es decir, como si habla con las paredes. De nuevo no le han dado el ascenso que lleva diez años esperando. Y eso su mujer, Eva, no se lo perdona. Porque Eva es de armas tomar. Se lanza en picado sobre la filosofía de moda y la exprime hasta que no da más de sí, y entonces busca otra filosofía que exprimir. Le pasa con el yoga y ahora está centrada en la cerámica. Ahí conoce a Sally, una americana que le parece el colmo de la modernidad, y que les meterá, tanto a Wilt como a Eva en apuros.
Si tuviera que resumir esta novela en una sola palabra, sin duda sería esperpéntica. Toda ella, en conjunto y por partes es esperpéntica. Los personajes, las situaciones, hasta la narración. Todo.
Los personajes son geniales. Desde los protagonistas hasta los secundarios. Y todos ellos sacados de quicio. Son como muestras irónicas de lo que representan cada uno: un marido, una esposa, un profesor, un cura. Quizás en ellos he encontrado la única pega (que siempre tengo que encontrar alguna), y es que tiene un punto machista que no me ha terminado de gustar. Sólo hay dos mujeres en la novela (si obviamos una clase entera de secretarias, que además dan mucho juego), y ninguna de las dos es normal. Una es tonta de remate, y la otra una lesbiana reprimida con complejo de pene. Pero claro, si nos fijamos en los varones, no hay tampoco ninguno normal. Y ya no digo el protagonista, pero nos podemos fijar en los inspectores, cada cual más lerdo, o en los profesores, cada uno preocupado por una cosa distinta que nada tiene que ver con lo que se les cae encima. Así que realmente hay empate. Por no decir ya que es un libro escrito en 1979 y que por aquel entonces la sociedad era un poquito distinta de lo que es ahora (y menos mal).
Pero lo mejor, lo mejor de todo, han sido las situaciones en las que se han visto metidos los personajes. Rocambolescas, locas, absurdas. En muchas ocasiones hasta me he tapado los ojos como con vergüenza ajena de la que habían liado.
Entiendo que el humor es algo muy personal (lo sé de primera mano, yo misma tengo un sentido del humor peculiar), pero si os gusta el humor inglés tenéis que leer Wilt, porque lo disfrutaréis y mucho. Y si luego podéis quedar con alguien para comentarlo mejor, porque os reiréis el doble. Y reirse es muy sano.



martes, 15 de octubre de 2013

Trono de Cristal, Sarah J. Maas


Sinopsis (contraportada): El Reino ha convocado a una asesina. Dos hombres la aman. Todo el reino la teme. Pero solo ella puede salvarse a sí misma.
El reino de Endovier ha perdido su esplendor sometido por un rey que gobierna desde su trono de cristal. La única esperanza del reino recae en una joven asesina que ha sido llamada a palacio. Pero la intención de la joven no es matar; la asesina más dura del reino ha acudido para conquistar su libertad.
Te presentamos a Celaena Sardothien.Bella. Letal. Destinada a la grandeza.


Cometí un error gravísimo al elegir este libro para leer justo después de Elantris. Puede que eso haya contribuido a desmejorar la opinión de esta novela, porque en comparación es de mucha peor calidad ésta que Elantris. Aunque intentaré ser lo más objetiva posible.
En general es una novela aceptable, pero bajo mi punto de vista nada más. El argumento es previsible, y un poco más de lo mismo. El príncipe de Endovier hace llamar a su presencia a Celaena, presa en la peor de las cárceles del reino: las minas. Le ofrece un trabajo a cambio de su libertad: ser la asesina del reino. Para ganarse ese puesto, Celaena tendrá que competir con otros candidatos en un duelo que al final sólo dejará a un ganador.
Detrás de esta trama inicial se van perfilando otras tantas, subtramas todas ellas previsibles y con pocas sorpresas. Los personajes son algo superficiales, y la historia de amor a tres bandas demasiado vista.
Pese a ello la lectura es ágil y amena, entretenida. Se lee rápido y es lo mejor que puedo decir del libro. Pero me cabreó llegar al final y darme cuenta de que es la primera parte de una saga. Si lo hubiera sabido antes no sé si lo habría leido, y es que estoy un poco cansada de que todas las historias sean sagas.
En fin, a mi no me ha dejado nada de impronta, es un libro que me ha entretenido mientras he estado con él, pero que tampoco estaba deseando cogerlo para ver qué tal iba. Pero ya digo que mi opinión está influenciada por la anterior (y sublime) lectura. De modo que os lo dejo a vuestra elección.
Gracias a la editorial Alfaguara por facilitarme el ejemplar.

martes, 8 de octubre de 2013

Nuestra Especie, Marvin Harris


Un día no sabía muy bien qué leer, esas cosas que me pasan de vez en cuando, pero con la necesidad urgente de leer algo, que no puedo estar ni siquiera unas horas sin un libro abierto. Como tenía mucho pendiente de reseñar no me apetecía algo corto ni ligero. Y ahí lo vi. El pequeño (porque es edición de bolsillo) tocho (porque tiene como un millón de páginas) ensayo de Harris, que lleva conmigo desde mis tiempos de instituto, que fue cuando me lo mandaron leer. (Y no lo hice).
Y, sorprendentemente, me lo leí entero. Me costó un poco, no lo voy a negar, sobre todo al final. Pero Harris lo ha estructurado de un modo que se hace muy amena su lectura, y conseguí acabarlo y, además, creo que ha sido una lectura de provecho.
En Nuestra Especie  Marvin Harris hace un repaso a la evolución humana, desde el principio de nuestra aparición, cuando nos diferenciamos del resto de los animales por los dedos de los pies. Analiza la evolución natural y la evolución cultural de nuestra especie, y lo hace en capítulos muy cortos que ayudan a seguir la narración, y que mantiene el interés del lector.
Me ha parecido una lectura muy interesante que me ha abierto la mente para algunas cosas, y que me hace plantearme mi existencia quizás de otra manera. Más consciente del por qué de las cosas, el por qué de algunas reminiscencias de épocas pasadas, como el machismo, por ejemplo.
Por supuesto, muchas de las teorías expuestas son eso, teorías. Quizás si es otro antropólogo habría interpretado de otra manera los signos que nos dejaron nuestros antepasados, pero a mi me ha gustado mucho cómo los expone y los justifica Harris. Nada es porque sí, todo tiene su explicación.
Reconozco que no es una lectura para cualquiera. En ocasiones se hace denso (casi todo hacia el final). A mi me costó cerca de un mes leerlo, y lo compaginé con otro libro porque al acostarme no era capaz de leer más de dos líneas sin que se me cerraran los ojos, pero no me arrepiento en absoluto de haberlo leído. Me ha dejado el cerebro con información más que interesante, y con más curiosidad, si cabe, por lo que me rodea.
Sólo apto para mentes curiosas e inquietas.

sábado, 5 de octubre de 2013

Tertulia literaria I: Café Gijón

Cartel promocional de la Tertulia, realizado por Srta.Rottenmeier

Como muchas cosas en la vida de hoy día, todo empezó con un tuit. Mi hermana Lady Boheme comunicó en Twitter su deseo de ir al Café Gijón aunque fuera sola a leer un libro. Inmediatamente le dije que sola no, que yo iba con ella. Y casi al mismo tiempo María, de Maríaysumundo, se ofreció también a acompañarla.
Una cosa llevó a la otra y de repente ya habíamos organizado una tertulia literaria con lectura conjunta. El libro escogido fue Wilt, que resultó ser un gran acierto.
Quedamos un domingo, y a primeros de semana estaba yo con fiebre, agonizando en el sofá de casa y con el libro a medio leer. Menos mal que la medicina hizo su efecto y el domingo por la tarde pude quedar con mi hermana para ir juntas al Café Gijón.
La elección del sitio no fue al azar. Fundado en 1888,  el Café Gijón se convirtió en lugar de reunión para tertulias literarias, según wikipedia, tras la guerra civil española, durante el régimen de Franco y en la transición. Hoy en día se celebra allí cada año el premio literario que lleva su nombre. Vamos, que un lugar que ha visto sentarse a Don Benito Pérez Galdós (del que estoy leyendo su obra ahora mismo) y a Valle-Inclán, entre otras personalidades, tenía que ser objeto de visita obligada.
Foto de grupo que nos hizo un camarero (y menos mal que es camarero, como fotógrafo no es muy bueno, la verdad)
 Y allí llegamos, pensando que seríamos tres, Lady, María y yo, para hablar de Wilt. Pero no, enseguida llegó Konichiwa, para unirse a la tertulia. Y un poquito más tarde apareció Clara, una muchacha silenciosa que no obstante aportó mucho al grupo. Y allí pasamos la tarde las cinco, riéndonos de Wilt y diseccionando las partes más truculentas del libro. Y diciendo "¡nene pene!" cada vez que había un silencio incómodo. (Si no lo habéis leído no sabréis por qué). Los demás ocupantes del café nos miraban de tanto en tanto, sorprendidos de tanta sonora risa que emanaba de nuestro grupo.
También disertamos de otros temas, humanos y divinos (para qué nos vamos a engañar, humanos todos), creamos debate y contrastamos opiniones mientras tomábamos nuestro nada barato café.
Porque, no nos vamos a engañar, el Café Gijón tiene precios caros. Es el peaje que hay que pagar para que te contemplen las mismas paredes que ya contemplaron a otros más ilustres que nosotros.
Me gustó tanto el collage que hizo Lady que me he copiado (y las fotos las hice yo, así que es legal)
 Fue una tarde divertida y cultural. Estuvimos de acuerdo en que había que repetir, aunque también estuvimos de acuerdo en que sería en otro local más económico, para ayudar a nuestros maltrechos bolsillos. La lectura y la fecha de la próxima tertulia están todavía por determinar, pero prometo manteneros informados.
¡Nos vemos en los cafés!

martes, 1 de octubre de 2013

Alta Fidelidad, Nick Hornby


Contraportada: Como tratamiento sociológico puede que Alta Fidelidad quiera ser exponente de la condición masculina de los noventa. De ese despiste sangrante que produce un mundo acelerado en que luego pasan pocas cosas. No esttá claro que a estas alturas pueda generalizarse. Y no porque el número de tiendas de discos sea cada vez menos, ni tampoco porque el mundillo musical cotice a la baja. Nick Hornby escribió una novela divertida, una depresiva comedia con uno cuantos personajes excelentemente retratados. En música, como en todo en el arte, la pasión se vuelve síndrome, soberbio disfrute y canalla pelea por ver las cosas de otra forma más intensa. (Tomás Fernando Flores)

Como me ha pasado en tantas ocasiones, ya vi la película antes de leer el libro. Por suerte, hace tanto tiempo que la vi que sólo recuerdo que me gustó mucho y que tanto Jhon Cusak como Jack Black estaban enormes en sus respectivos papeles. Y ahora, después de haber leído el libro, aprecio aún más la labor interpretativa de Cusak.
El protagonista es Jack, a quien le acaba de dejar su novia, Laura. Y para demostrarle a ella y a sí mismo lo poco que le importa, comienza el libro haciendo una lista de las cinco veces que más ha sufrido por una ruptura. Y, por supuesto, Laura no está entre ellas.
En primera persona vamos conociendo la vida de Jack, un hombre de 35 años con tendencia a la depresión y que regenta una tienda de vinilos. (Y no me refiero a las pegatinas, sino a los discos, que hoy por hoy casi hemos olvidado). Es un tipo gris con una vida gris que ahora se ha vuelto aún más gris por la ruptura.
La narración es muy curiosa. Aparentemente sencilla, pero creo que es muy difícil escribir de esta manera. El libro entero es en primera persona, y no se hace ni pesado ni obvio. Es entretenido y con un humor negro inquietante.
Los personajes son muy realistas. Hay pocos, pero no hacen falta más, son tan especiales cada uno de ellos que completan una historia de andar por casa pero con un transfondo existencialista y con factura inmensa. De hecho son tan realistas que Jack, el protagonista, me creó sentimientos encontrados. Por un lado, le he entendido perfectamente, pero por otro me entraban ganas de darle dos leches bien dadas para que espabilara y creciera de una vez, que la vida es esto y solo pasa una vez.
Entiendo perfectamente que algunos cataloguen esta novela como un clásico moderno. La genialidad de Hornby radica en hacer de una historia sencilla algo enorme. Y el lector apenas se da cuenta de que en realidad tiene un transfondo que te llega y te conmueve.
Recomendable, sin duda. Y la película, también.

lunes, 23 de septiembre de 2013

La Tierra de las Cuevas Pintadas, de Jean M. Auel

Sinopsis (contraportada): Hace ya muchos años que Ayla, la niña cromañón y protagonista de la serie LOS HIJOS DE LA TIERRA, fue expulsada del Clan del Oso Cavernario, y que inició su largo viaje por todo el continente europeo. En La tierra de las cuevas pintadas se ha establecido en la Novena Caverna de los zelandonii, lugar de donde procede su compañero Jondalar, con quien ha tenido una hija muy deseada, llamada Jonayla. Ayla hace todo lo posible por encontrar el equilibrio entre sus nuevas obligaciones como madre y su preparación para convertirse en líder espiritual y en curandera,pero no siempre lo consigue.



En esta última entrega de Los Hijos de la Tierra, nos encontramos de nuevo con Ayla, la mujer a la que, por lo visto, le debemos toda nuestra evolución. En el comienzo del libro nos encontramos con una Ayla que lleva un año asentada en la Novena Caverna Zelandoni, junto con su amor Jondalar y la hija de ambos, Jonayla. Ha aceptado ser acólita de la Primera Entre quien Sirve a la Madre, y compagina todos sus quehaceres con el aprendizaje de la zelandonia.
Escogí este libro para mi reto Desafía tu estantería porque estaba deseando leer esta última entrega de las aventuras de Ayla, ya que los anteriores libros me gustaron. Recuerdo El Clan del Oso Cavernario muy interesante, y algunos de los restantes también. Quizás el que recuerdo más aburrido es en el que tiene que vivir en el valle sóla, porque hasta que encuentra a Jondalar se hace un tanto aburrido y repetitivo. Y el siguiente casi lo calificaría de porno, porque la autora se esmera en describir cada encuentro sexual con pelos y señales, y no tienen precisamente pocos.
Pero este último no me ha gustado. No voy a decir que nada, porque sino no me lo hubiera terminado, pero casi nada.
Empecemos por lo que me ha gustado. La descripción de la vida de una sociedad cazadora-recolectora, que vive en las cavernas es muy interesante. Se esmera en describir la vida por aquel entonces, cómo fabricaban sus utensilios, cómo establecían sus relaciones sociales, tan necesarias para la supervivencia del grupo. También hace una descripción de la religión prehistórica muy interesante. Todo ello inventado, por supuesto.
Lo que no me ha gustado: todo lo demás. 


Es un libro de más de mil páginas, y le sobran como la mitad. O más. Es una repetición constante de lo mismo. Cada vez que alguien nuevo se encontraba con Ayla y sus animales se explicaba que no estaban acostumbrados a ellos. Una y otra vez lo mismo. Al igual que cuenta varias veces y casi de la misma forma episodios del pasado de Ayla. Que sí, ha vivido mucho, pues podría contar cosas distintas, ¿no? Pues no. Es repetitivo hasta la saciedad, casi como si la autora no supiera muy bien por dónde tirar y tuviera que darle vueltas a lo mismo para encontrar el camino. El caso es que no lo encuentra.

Tampoco la narración es buena. Debido a mi mala memoria (antológica), no recuerdo los detalles de las anteriores entregas, de modo que no sé si es algo nuevo en este último libro o ya era así antes. Pero no consigue empatizar con ningún personaje, porque no narra desde el punto de vista de ellos, sino que se limita a describir sus acciones y sus sentimientos. Es como si alguien te cuenta una película según va pasando. Como los documentales malos que, mientras el narrador explica los datos, se ilustra con actores que van representando lo que cuenta la voz en off. No sé si consigo explicarme. En el curso de escritura que estoy haciendo, en el primer fascículo se explica la diferencia entre mostrar y contar. Y cómo, en un texto literario, es necesario combinar ambos para una mayor fluidez. Śe cuenta lo más innecesario. Se muestra lo más importante para la trama. Pues aquí tenemos mil y pico páginas donde nos cuentan todo. Es pesado y, además, infructuoso, por mucho que se esfuerza la autora en contarnos los sentimientos y motivaciones de los personajes no conectamos con ellos.
Es una novela muy bien documentada. Eso se nota. Ese es el problema, que se nota demasiado. Como parte de su preparación, Ayla tiene que visitar las cuevas sagradas de la zona. Y ahí tenemos otra cuarta parte del libro: descripciones, a secas, de las pinturas de las cuevas. En algún momento llegan a especular acerca de su procedencia y significado, pero se moja poco y no aclaran nada. Y para eso, para puras descripciones de pinturas rupestres (que por otro lado, muy bien descritas, han despertado mi memoria dormida del arte de COU), podía haber puesto fotos y la señora se habría ahorrado unas 300 páginas.


Y, por no extenderme mucho más, el último punto que quiero destacar es la poco originalidad del argumento. Da vueltas y vueltas y vueltas a otras cosas, para ponerle un broche que, oh, sorpresa, ya había utilizado en otra entrega de Los Hijos de la Tierra. Es calcado. Pero ya no radica ahí el problema. Lo que yo veo que falla es que los personajes no actúan coherentemente. No me creo ni por un segundo la forma de actúar, ni de Jondalar ni de Ayla. No tiene un precedente que lo justifique y, por más que intente explicarlo, a veces incluso de boca de los mismos personajes, no es creíble.
Conclusión, me parece un libro más de relleno que otra cosa. Totalmente innecesario para la serie, que ha sido escrito quizás pensando más en las ventas que en lo que quería contar. Y lo que más miedo me da es que hay un par de cosas al final que parecen una puerta abierta a otra entrega. Y si es así, si hay otra entrega más de Los Hijos de la Tierra, aquí no tienen una lectora. Se me han quitado las ganas.

martes, 17 de septiembre de 2013

DIME QUIÉN SOY, DE JULIA NAVARRO


Sinopsis: (contraportada): Un periodista recibe la propuesta de investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa, una mujer de la que sólo sabe que huyó abandonando a su marido y a su hijo poco antes de que estallara la guerra civil española. Para rescatarla del olvido deberá reconstruir su historia desde los cimientos, encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzle de su vida. Marcada por cuatro hombres que la cambiarán para siempre, la historia de Amelia es la de una antiheroína presa de sus propias contradicciones, que cometerá errores que no terminará nunca de pagar  y que acabará sufriendo, en carne propia, el azote despiadado tanto del nazismo como de la dictadura soviética.
Dime quién soy es una novela que rebosa intriga, política, espionaje, amor y traición. Desde los años de la Segunda República española hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, constituye un apasionante retrato del siglo XX.

Escogí Dime quién soy como la primera novela para el reto Limpia tu estantería. Lo tenía esperando desde hace un año y nunca me decidía a cogerlo. Quizás no tanto por su extensión sino por la experiencia previa con la autora. Leí dos novelas suyas y, aunque me gustaron mucho, el final en ambas me decepcionó mucho. Pero eso no ha pasado con esta novela.
Guillermo es un periodista mal pagado y que (como repite a lo largo del libro) está "maldito" porque no se quiere casar con ningún signo político, ni, por supuesto, bailarle el agua en ningún medio de comunicación. Por eso su tía Marta, la "matriarca" de su familia (la que parte el bacalao) le hace un encargo: que investigue a la abuela de Marta, su propia bisabuela, quien abandonó a su hijo siendo un bebé y de quien no han vuelto a saber nada. Comienza así el periplo de Guillermo, que le acabará llevando por medio mundo, para descubrir la emocionante vida que llevó Amelia Garayoa, su bisabuela.
La narración hace una alternancia entre la primera persona (la voz de Guillermo) y la tercera (quien le cuenta la vida de Amelia). Esto hace que la lectura sea ágil y entretenida. El libro tiene casi 1100 páginas y te las ventilas en un suspiro. Además, cuando cuentan la vida de Amelia es siempre en un tono como muy de andar por casa. A mi me ha recordado a cuando mi abuela se juntaba con su hermana e intercambiaban cotilleos, contaban la vida de unos y de otros con pelos y señales (y si estaban andando paraban para darse un manotazo en un brazo y decir: ahhhmmm, no me digas, y cruzarse de brazos con sorpresa. Tardábamos mil años en recorrer cien metros). Así que por ese lado para mi ha sido una lectura bastante entrañable.
Y me ha gustado mucho, es entretenida y tiene muchísima información muy bien llevada. Empieza desde la República,explicando todo el clima previo al levantamiento que llevó a una guerra vergonzosa y la posterior dictadura, aunque no trata ni la guerra ni la dictadura (al menos de manera profunda, ya que Amelia ya estaba fuera del país). Pasa por todos los hechos transcendentes del siglo XX, la creación de la unión soviética, llegando incluso a conocer a Trostki en su exilio, y padeciendo el extremismo del comunismo, hasta la II Guerra Mundial completa, y la división de Alemania por el Muro de Berlín hasta la caída de éste. Pero la información, que no es poca, está muy bien incluida en la historia, no parece que te estén dando una clase en el instituto, sino que te están contando una vida rodeada de unos hechos transcendentales. Eso es lo que hace a esta novela tan buena.

 
Sin embargo, y los que me conocéis ya sabéis que yo siempre saco los dos lados de la moneda (soy una tiquismiquis, para qué nos vamos a engañar), para mi la novela tiene tres fallos fundamentales.
El primero es su protagonista. Amelia es un personaje trotamundos al que le cae todo como por casualidad en plan estaba en el momento oportuno en el lugar oportuno. Y es algo que no me ha convencido mucho. Sobre todo porque, para sujetar semejante historia, Amelia es un personaje flojo. Tiene demasiadas contradicciones, y no termina de casar su línea desde que empieza siendo una burguesita con pájaros en la cabeza hasta que llega al final, una mujer dura como la roca. No me lo creo, sinceramente. Los demás son personajes satélites, que están muy bien perfilados y hacen su función de complementación a las mil maravillas. 
El segundo es Guillermo. No el personaje, sino su parte. En general bien, además hace unas reivindicaciones acerca del periodismo que se hace en este país que me parecen muy tristes pero muy ciertas, y a las que, creo, que habría que darle un poco más de bombo. El problema con Guillermo no es que encontrara la pista de Amelia a la primera, que también (aunque si hubiera tardado más nos habríamos ido a las mil quinientas páginas), si no que te va contando cosas sueltas de su vida que luego deja sin resolver. Una relación con una chica que luego al final no se sabe si sigue, si no o si la atropella un camión. Un trabajo que tiene pero que no, porque ahora el editor se enfada y no respira. La relación con su madre, un tira y afloja de madre sufrida con hijo desagradecido, es quizás la única información de la vida del chico que me ha resultado útil y relevante. Lo demás, si no lo vas a concluir, ¿para qué lo incluyes? Está de más.
Y lo tercero, es que la novela me ha resultado repetitiva. No ella en sí, pero sí el tema que trata. A los que nos gusta este tipo de novela habremos leído ya (como es mi caso) a Ken Follet. Y al final, es lo mismo. Lo único que Follet utiliza a varias familias para contarlo, entrelazándolas de vez en cuando, pero cada una de ellas cuenta una parcela de historia, y en Dime quién soy es una sóla persona, Amelia, quien aglutina todas las experiencias.
También tienen otra diferencia importante. Julia Navarro tiene una narrativa de mucho mejor calidad que la de Ken Follet.
Mi conclusión: es una novela grandísima. Pese a los tres puntos negativos. Entretiene, engancha y enseña. La recomiendo sin duda.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Reto Desafía tu Estantería: ¡Conseguido!


Como ya adelanto en el título de la entrada, sí, mi primer reto conseguido. No suelo apuntarme a cosas de estas, pero cuando leí la propuesta de Teresa a través de Isi, me vinieron a la mente los dos ejemplares con los que he participado. De modo que me animé.
Tampoco es que sea demasiado, me apunté a la categoría más baja, el suspiro, con dos libros de más de quinientas páginas, pero tanto Dime quién soy como La Tierra de las Cuevas Pintadas superan las 1000, así que es como si hubiera leído cuatro de quinientas. Sí, siempre se me han dado bien las matemáticas, pero no sé si colará...
Sé que aún queda medio mes para que termine el plazo (a finales de septiembre), y que me daría tiempo a superar la categoría con otro libro, pero me he saturado un poco con la última lectura y no me apetece meterme en otro tochazo.

En breve publicaré las reseñas, y las enlazaré en el blog Anyway de Teresa.
Gracias por los ánimos que me distéis, y esta experiencia me ayudará a decidirme a afrontar más retos. Ya puedo gritar:
¡Primer reto: SUPERADO!

lunes, 9 de septiembre de 2013

Elantris, Brandon Sanderson


Elantris era la ciudad de los dioses hasta que un castigo llegó junto con un temblor de tierras, y los que hasta ahora eran dioses, se convirtieron en menos que despojos. Los habitantes de la ciudad, que se sintieron defraudados al ver cómo caían sus dioses, los aniquilaron. Y los que quedaron vivos, junto con los nuevos que reciben la shaod (el castigo), son arrojados a la antigua ciudad mágica, ahora convertida en ruinas.
La vida cambia para el príncipe Raoden cuando una mañana se levanta transformado en elantrino. Todo su destino se ve truncado, su incipiente matrimonio y la sucesión al trono... Cuando las puertas de la ciudad se cierran tras de sí siente que la depresión está a punto de hundirle. Pero no es un hombre fácil de doblegar y, junto a su nuevo amigo Galladon, no se resiste a la condena.
La princesa Sarene ha llegado a Kae con unos días de adelanto, con la intención de sorprender a su prometido, el príncipe. Pero llega tarde, el príncipe ha muerto por causas misteriosas. Eso la convierte en viuda, pues según el contrato matrimonial, si alguno de los contrayentes muere antes del enlace, se consideran casados automáticamente. Decide, por el bien de las relaciones entre Teod, su patria y  Arelon (cuya capital es Kae) quedarse y asumir su papel de viuda. Pronto se da cuenta de que la vida en la corte no es como en su casa, y que no es para ella el papel de damisela tierna que el rey tiene reservado para las mujeres.
Elantris es una novela que nos presenta un mundo fantástico donde la magia existe, pero que ya no funciona. Donde el esplendor quedó atrás, y ahora los hombres normales tienen que vivir con el trauma de haber visto caer a sus dioses. Pero más que de magia, la novela gira sobre la política y la religión (o cómo es utilizada la religión para la política). La princesa Sarene empieza a involucrarse casi desde que pone un pie en tierra. El sacerdote Fjiordel Hrathen, que llega a la ciudad el mismo día que la princesa, despierta la curiosidad de ésta y no en vano, pues sus planes no son del todo claros.
Pero el motor de la novela es la determinación. La del príncipe Raoden, por no conformarse con un castigo e intentar, por lo menos, entenderlo. La de la princesa por no quedarse en el segundo plano que el rey le tiene reservado a todas las mujeres. Y el sacerdote Hrathen por no acatar las órdenes de un modo inmediato y apostar por una evangelización pacífica del pueblo.
Para mi es una novela redonda. Todo encaja a la perfección. Tenemos una gran historia, contada de manera magistral, a tres voces y soltando la información poco a poco. Tenemos unos grandísimos personajes. Todos ellos. No hay ninguno plano por secundario que sea. Pero la que me enamoró desde el principio es la princesa Sarene. Por su realismo, sí, pero también por ser una mujer con carácter, que llega y cambia lo que ve, incluso le llega a enseñar esgrima a las demás mujeres. Espía, manipula y conspira por el bien de su pueblo, del suyo natal y del nuevo adoptivo. Y en todo momento la crees, porque también tiene sus debilidades como persona real que es. Me sorprendió muchísimo que el autor incluyera un personaje así, que luchara por los derechos de la mujer en un mundo hostil hacia ella. Quizás sea prejucioso, pero al leer que el autor es mormón esperaba otra cosa, digamos, distinta.
Volviendo al libro, las descripciones son geniales, no son pesadas y te introducen en el mundo fantástico de una manera natural.
Habría que destacar también la gran aportación de Sanderson al género de la fantasía, que no es otra cosa que la innovación. Esta novela rompe todos los esquemas preconcebidos de este género, lo que supongo que no gustará a todo el mundo, pero que es un punto más a favor (otro más, que no tiene pocos la novela) del autor.
En resumen, es una novela magistral, imprescindible si te gusta la fantasía, y si no, también, porque trata tantísimos temas tan actuales que la magia y demás quedan un poquito al fondo.  
Recomendada, sin duda.