miércoles, 12 de septiembre de 2012
Españistán, de Aleix Saló
No suelo leer cómics, no sé muy bien por qué. No es que me disgusten, no lo hacen, aunque es verdad que no me apasionan. El hecho es que me despisto con las viñetas. Consigo lo imposible: desdoblar los dos ojos. Así, mientras que con el ojo izquierdo empiezo a leer la primera viñeta, el ojo derecho se me descuelga buscando otra, quizás más interesante. Y no digamos si en la misma página hay algún dibujo llamativo, alguna explosión o un grito simbolizado en mayúsculas en negrita. Llegados a este punto tengo que tapar esa viñeta con la mano para seguir leyendo. Eso, o al final me quedo bizca. Y para prevenir posibles problemas oculares no suelo leer cómics.
Pero hice una excepción con Españistán. Fue mi hermana quien, haciendo uso de MI cuenta de Amazon, me lo compró. De otra manera quizás no le habría hincado el diente. Y habría sido una pena.
Españistán narra, de forma irónica, la sucia realidad que nos está tocando vivir. Planteado como un cuento de fantasía, emulando a Tolkien, un muchacho que se encuentra en paro, Fredo, va en busca del ministerio de vivienda para pedir que no le quiten el piso por no poder pagarlo. Le acompañará Samu, un joven friki con grandes conocimientos sobre la vida de Madonna, y Gandolfo, un abuelo que sobraba en un bar... Y además se encontrarán con ayuda en el camino, la funcionaria Frida (Sufrida Toldía). Todos estos personajes encarnan los clichés de nuestra sociedad. Los jóvenes que no tienen trabajo y no pueden pagar la hipoteca, los resabiados, los que ya estorban, los vagos que viven del Estado... Toda la amalgama que ha hecho que este pais se esté hundiendo en la ciénaga.
El dibujo es muy básico, los muñecos son bajitos y cabezones, y apenas tienen dos puntos por ojos, pero esto contribuye a darle más toque de humor. No sé si el de papel es en color, porque como lo he leído en mi kindle ha tenido que ser en blanco y negro, pero no ha perdido nada de encanto.
Poco más puedo decir de Españistán, salvo que se lee en un suspiro, y que, si no tienes cuidado, te puede poner de muy mala leche...
Y es que no sé a vosotros, pero a mi ya me harta un poco el mismo cuento: que si hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que es culpa de la herencia que el gobierno anterior ha dejado (da igual si en ciertas comunidades lleva gobernando 20 años el mismo), que si tenemos que apretarnos el cinturón por el bien común. Yo lo único que veo es que nos ahogan a los mismos, y que nos quitan beneficios a los de siempre. Pero el que se ha llevado un montón de dinero que iba destinado a alguna actividad pública, a ese no le pasa nada. Y encima el dinero esquilmado no se reclama.
Lo recomiendo porque ya está bien de estar atocinados, a ver si, por lo menos mediante la risa, al final explotamos por algún lado.
Españistán
Aleix Saló
Versión Kindle
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