jueves, 16 de mayo de 2013

Rock and RUNNERS dreams: #CHOTISRUN

Hace unos años, para mi, las palabras fiesta y deporte no podían ir en una misma frase. A no ser que fuera: ni loca voy a hacer deporte, prefiero ir de fiesta. Hoy por hoy esto ha cambiado radicalmente, y para mi ir a hacer deporte puede ser una fiesta.
Por eso me apunté al #chotisrun del día de San Isidro que organizaron las chicas de #mujeresquecorren, un movimiento social iniciado en Facebook y que une la pasión por el running con una causa solidaria: ayudar a recaudar fondos para investigar la leucemia infantil, con unoentrecienmil. Uno solo no puede hacer nada frente a la enfermedad, pero uno entre cien mil puede con todo.
Con mi dorsal solidario acudí a la cita en el Retiro. No iba sola, mi compi de carreras iba conmigo, y ella, que es más social que yo, arrastró a parte de su gente. Total, un grupo de ocho personas que iban dispuestas a pasárselo bien.

Todas mirábamos al cielo, que abrió sus compuertas y nos empapó la ropa, pero no la ilusión ni las ganas de pasarlo bien. Hay que correr, da igual que llueva o no. Para eso se inventaron los chubasqueros.
En la Rosaleda nos esperaban algo más de doscientas chicas, mujeres, de todas las edades, y una CristinaMitre, la impulsora del movimiento, visiblemente emocionada y nerviosa megáfono en mano. Nos explicó cómo comenzó la idea de mujeresquecorren, que todo surgió tras una conversación en WhatsApp con cuatro amigas y lo importante que era el dorsal solidario de unoentrecienmil. Hubo risas y aplausos, y más nervios mal disimulados. Nos anunció cómo se iba a dividir la gente: en tres grupos. El primero, capitaneado por ella misma, se llamaba “No he corrido nunca pero quiero intentarlo”. A éste se apuntarían las amigas (y prima) de Tammy, Nydia, Eva, María y Tatiana, ya que nosotras esa etapa la tenemos superada.
Las hermanas Sanfabio, Amaya y Tamara fueron unas guías de lujo para los grupos 2 y 3, llamados “corro 5 kilómetros y quiero más”, y “corro 10 kilómetros y soy una máquina”. Tammy y yo dudábamos entre el uno y el otro, porque basándonos en nuestro ritmo habitual estábamos a caballo entre ambos. Finalmente fuimos conservadoras y nos decidimos por el grupo 2, capitaneado por Amaya Sanfabio.
Antes de salir a trotar ya nos respetó la lluvia. Debió ver nuestras ganas y nuestra ilusión, y decidió darnos una tregua. Y qué verdad es que las mujeres nos tomamos esto de correr con otros matices que los hombres no saben ver. Eso de mirarte si te quedan bien las mallas antes de salir de casa es muy nuestro, y los hombres (o por lo menos mi marido, creo que es general, pero puede haber excepciones), no lo llegan a entender. O llamar a tu compañera de fatigas el día antes de una carrera para decidir qué os ponéis. Hay muchos factores a tener en cuenta: climatología, estado de ánimo, si ese día te sientes hinchada... Y somos las reinas de los complementos, nos encantan los colores, destacar que te cuidas por dentro y por fuera. Personalmente, me encantan las alas que muchas de estas #mujeresquecorren llevaban, pero no me tocaron en el sorteo...
El calentamiento fue de lo más divertido. Haciendo honor al día que era en Madrid, la fiesta de San Isidro, calentamos bailando un chotis. Por algo la quedada se llamaba #chotisrun. Nos divertimos mucho pese a los problemas técnicos que no nos dejaron disfrutar de la canción del chotis.
Tras entrar en calor de forma tan original, comenzamos el rodaje. No sabría explicar bien el recorrido, porque no conozco mucho el parque, solo sé que fuimos la mayor parte del trayecto bordeando la valla exterior, y que gran parte de ese recorrido fue cuesta arriba. Nos alegramos mucho de haber sido conservadoras, ya que, por ir de chulitas (por lo menos yo), nos costó subir algunos tramos. Pero superamos los obstáculos, seguimos tirando hacia arriba (braceando, que ayuda a subir las cuestas), y acabamos de las primeras del grupo. Gran entrenamiento, recorrimos unos 5 km en 29 minutos. Buen ritmo, y buenas sensaciones.
Al llegar, más sorpresas: hidratación (coca-cola o aquarius, lo que prefirieras), rosquillas del santo y barquillos. Más castizo, imposible.
Y para finalizar entregamos nuestros dorsales solidarios con nuestros datos escritos en el reverso para acceder al gran sorteo. Cristina Mitre, de nuevo megáfono en mano, procedió a rifar la inmensa cantidad de regalos que tenían. Tuve suerte y me tocó un curso de yoga/gimnasia facial (ya os contaré).
Y, tristemente, la jornada llegó a su fin. Hubo deporte, mantones, claveles y mucha, mucha diversión. Gracias a #mujeresquecorren por hacer de nexo de unión de muchas mujeres que quizás se sentían un poco solas al salir a correr. Gracias por la gran fiesta. ¡Nos vemos en la próxima!

1 comentario:

  1. En serio, ¿quién eres tú y qué has hecho con mi hermana? ¿Dónde está la hermana que se apalancaba en el sofá con una bolsa de pipas y un libro? ¿EH? ¿EH? ¡La has secuestrado!

    Me gustan las fotos ;)

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