viernes, 20 de octubre de 2017

Mamá en apuros: sin nervios



No estoy nerviosa. El tiempo fluye, y se desliza por el calendario como el surfista por una ola, sin ruido, pero sin piedad. Como un surfista de los buenos, de esos que se hacen fotos en olas de siete metros, ya me entendéis.

Y yo no pienso, no quiero pensar, porque pensar a veces es malo. Al menos para mí, que mi neurona se resiente y luego me duele la cabeza. Ese paso del tiempo ha jugado a mi favor. Ahora ya estoy mejor, tengo menos molestias, menos dolores. Sigo con los sudores de la muerte (maldito karma), pero ya casi, casi voy recuperando la vida normal. Pero también juega en mi contra. Estoy en un paréntesis, en un stand by en el que soy el gato de Schrödinger: ni estoy sana ni estoy enferma. Estoy recuperándome de un tratamiento agresivo y ya. Pero al final hay que abrir la caja y determinar cuál de las dos opciones será.



Y eso mi ojo, que es sabio, lo sabe.

Yo vivo mi vida, hago mi deporte, salgo, entro, me canso, me siento, me vuelvo a levantar, escribo, tomo té, voy al parque, subo a casa, ducha, cena y dormir, sin pensar en la revisión. Pero mi ojo lo sabe y de vez en cuando decide atacarme con un tic nervioso que contrae mi párpado inferior. No es una cosa nueva, me suele pasar cuando paso por periodos de estrés. 

Ahora no es que tenga estrés, cualquiera que me vea lo podrá decir. Si hasta he perdido arrugas… Calla, que ahora que lo pienso eso puede ser porque he engordado… Mierda… El caso es que aparentemente no tengo estrés. Y de verdad que no miento cuando digo que no pienso en la revisión, pero en el fondo del subconsciente hay algo que sí piensa en ello. Y me lo hace saber a través del ojo.

De hecho no me puse nerviosa hasta ayer. Pero nerviosa de decir: uy, pues me he puesto nerviosa. Porque hoy me toca el tac, y tenía que mirar la preparación. Me hacen ir en ayunas, y una hora antes por si tengo que beber contraste, pero no hay mucho más que preparar. Pero ya que he sacado los papeles, he visto el informe que me dieron al finalizar el tratamiento. En ese informe viene todo: desde los síntomas iniciales, pasando por la reordenación y sustracción de algunas partes de mi anatomía femenina, hasta la cantidad de Gy (no me preguntéis qué significa porque no tengo ni idea, sé que es algo de la radioterapia, pero más allá de eso, nada…)que me han radiado tanto por dentro como por fuera. Y ahí, leyendo todo, ha sido cuando he sentido como si el estómago se me hubiera dado la vuelta.

Así, de repente y en solitario.

¡Glups!

Y ya no levanté cabeza. Estuve como ausente el resto del día, como con la neurona de vacaciones. También puede ser porque me di el panzón del siglo a planchar. Vale, del siglo no, pero el del mes sí. Es que ya no tenía ropa en los armarios. Ahora, aun hoy, sigue encima de la mesa del comedor. Anoche decidimos cenar en la mesa pequeña, la del sofá, por no colocar la ropa. Sí, efectivamente, así de bajo hemos caído.



Después de planchar, recogí la cocina. Y ahí tuve un momento cómico que hasta a mi me ha dado pena que no hubiera una cámara grabando. Es que aún no me explico qué es lo que se me pasó por la cabeza para tener un accidente, por llamarlo de alguna manera, así. Lo cuento, que veo que estáis en ascuas.

Me he puesto a fregar los cacharros. Hoy estaba en modo maruja on, con la plancha, los cacharros, le he limpiado a MiniP una mancha con saliva… El lote completo. He ido a echar lavavajillas (del líquido, no la máquina completa, que no soy tan salvaje) en el estropajo y no caía. Oh, se habrá obstruido, pensé. Voy a ver. Y sí, he ido a ver. He asomado el ojo, y he visto un pegote de jabón en el pitorrito. Y aquí han podido pasar dos cosas: una, que mi cerebro se haya dividido en dos y no se hayan comunicado las partes entre sí; o dos, que mi cerebro se haya dividido en dos y una parte haya pretendido gastar una broma a la otra. Porque sí, como ya se va viendo venir, a la que estaba mirando la obstrucción, mi mano ha decidido apretar el bote provocando una lluvia de jabón directa a mi cara, más concretamente a mi ojo.

Al del tic, por cierto. En el fondo se lo merecía.

Hoy tac finiquitado. En semana y poco la resonancia y pocos días después los resultados. Ahora mismo el ojo está irritado y sin tic, esperemos que continúe así. Sin tic, la irritación por favor, que se quite…

Ah, y limpísimo. Me ha quedado limpísimo, yo creo que hasta veo más claro. Aunque la grasa no se la ha llevado, voy a poner una reclamación ahora mismo…



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9 comentarios:

  1. jajaja Pi, yo también tengo disfunciones neuronales de esas, en plan ver cosillas en el fondo de un vaso y soplar, para que te vengan todas a la cara jajaja.
    Lo del tic, te entiendo perfectamente porque a mí también me sucede (también en el ojo; una vez fui al oculista porque me preocupaba y todo, no sabía que era del estrés, y me dijo que me tomara unas vacaciones. Claro, como él no se tiene que sacar un máster y una oposición a la vez que trabaja...). También me salen ronchas en las manos y brazos, a veces me sangran y todo, cuando llevan un tiempo. El estrés es un asco total :(
    Bueno, espero que los resultados del tac sean positiviísimos, para compensar. Muchos besos.

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    1. ¡Gracias, ISI! Por hacerme sentir mejor, o al menos menos sola con mis disfunciones y por los ánimos. Me ha sorprendido el tic, porque en serio, no me sentía estresada... Pero se ve que sí..
      Y qué gracioso el médico. Vacaciones, con todo lo que tenemos que hacer...
      ¡Besotes!

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  2. ¡Un beso Pilar! Es mejor tomárselo así. Espero que todo vaya genial. Voy leyendo tus progresos...

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    1. ¡Qué bueno verte por aquí, PAT! Muchísimas gracias por los ánimos, y por estar pendiente.
      ¡Besotes!

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  3. Traducción: Gy son Grays, en teoría la dosis de energía que absorve un tejido. De nada 😜

    Me parto contigo maja! Creo que esas disfunciones que cuentas son muy Gómez! 🙊

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    1. Perdón...*absorber, q luego me regañas

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    2. Sabía que tú lo sabrías. Gracias por aclararlo, LAURI :-*
      Si son Gómez entonces van en los genes y ya no tengo tanta culpa... Y, por favor, ¡¡qué fama tengo!! Si yo lo hago por vuestro bien, para que aprendáis y crezcáis como personas, no porque sea una friki de la literatura y una pedante...
      ¡Miles de besotes, prima!

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  4. Anda que las bromas que te gastas a ti misma!!! Y si te queda grasa, vas a tener que reclamar, dí que sí. Cuando estoy nerviosa tics en el ojo no tengo. El estrés lo pagan mis uñas, que me quedo sin ellas...
    Besotes!!!

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    1. Ay, MARGARI, y las que no cuento porque me dan vergüenza... Soy un caso de estudio...
      Lo de las uñas también me suena, aunque como intento quitarme la manía, pues los nervios saltan al ojo...
      ¡Besotes!

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