Ignatius Perrish ha pasado por un infierno durante el último año. Asesinaron y violaron a Merrin, su novia, justo un año atrás, y le acusaron de ello. Todo el mundo le creía culpable, pero no pudieron demostrarlo porque las pruebas se perdieron en un incendio. Anoche fue a emborracharse y olvidar todo eso, y lo consiguió, se emborrachó a base de bien porque por la mañana tiene una resaca horrible, y al mirarse en el espejo, además, descubre que le han salido cuernos. Y éstos tienen un curioso efecto en la gente, hacen que le cuenten sus más oscuros secretos, la verdad más profunda que no son capaces ni de revelarse a sí mismos. ¿Le servirá a Ig Perrish este poder para descubrir quién mató a Merrin?
Este libro me ha gustado de principio a fin. Los cuernos aparecen en el primer párrafo, y a partir de ahí te empieza a desgranar la historia, casi desde el final hasta el principio, en este orden. Porque Ignatius Perrish quiere averiguar quién mató a su novia, pero para poder entender quién era ella, y quién era él, y lo que representaban el uno para el otro hay que remontarse a cuándo se conocieron, cuando apenas eran unos niños. Y gracias a la narración de cuando Ig y Merrin eran adolescentes y se conocieron, luego se entienden muchas cosas. Porque este libro trata sobre la transformación de Ig en demonio, pero también trata de los demonios interiores que tenemos cada uno de nosotros, de las relaciones personales que tenemos, con nuestras familias y amigos, y de la vida misma en realidad. Es una historia fantástica, por el elemento sobrenatural que suponen los cuernos, pero en profundidad es una historia real, triste, de un asesinato y su venganza.
La narración me ha parecido espectacular. Sencilla, sin grandes artificios, consigue meterte en la historia de golpe, como si cuando abrieras el libro una mano te arrastrara hacia dentro, porque en cuanto leía unas frases mi mente ya estaba en Gideon, el pueblo donde sucede todo. No abunda en descripciones, ni físicas ni del entorno, lo que hace más ágil la lectura, y maneja con soltura los diálogos.
Los personajes tienen fondo, profundiza mucho en su psicología, en cómo son por dentro, sin los muros que erigimos todos debido a la vida social. De modo que los ves tal como ellos saben que son en su intimidad, no cuando se engañan a sí mismos, sino cuando la mentira se ha quedado fuera del escenario. Y la evolución del personaje principal, Ig Perrish me ha encantado. De niño bueno a demonio. Pero no de repente. Primero pasa una fase de negación, incluso cree que tiene un tumor en la cabeza que le hace ver alucinaciones, hasta que poco a poco, y debido también a las verdades que va averiguando por el camino, va convenciéndose de que se está convirtiendo en demonio, y como tal actúa.
El tema del mal está tratado de forma diferente, cosa que me ha encantado. Aquí es el protagonista el que se está convirtiendo en demonio, en el malo. Pero a medida que vas leyendo no tienes tan claro ni que Ig sea el malo, ni que lo sea el demonio. Y los buenos realmente no lo son tanto. Esto lo descubres al final, un final redondo, a mi modo de ver.
Hay una parte en la que Ig hace evangelio sobre el mal. Me encantó este párrafo:
—Que el alma debe ser protegida para que no se arruine o consuma es una cuestión de fe —dijo—. Cristo en persona aconsejó a los apóstoles que desconfiaran de aquel que terminaría por destruir sus almas en el infierno. Yo ahora os digo que evitar un destino así es una imposibilidad matemática. El alma es indestructible y eterna. Como el número pi, ni cesa ni termina. Como pi, es una constante. Pi es un número irracional que no se puede fraccionar, indivisible. Del mismo modo el alma es una ecuación irracional e indivisible que expresa a la perfección una sola cosa: uno mismo. El alma no tendría valor para el diablo si pudiera ser destruida. Y cuando Satán la toma bajo sus cuidados, no se pierde, como muchos afirman. Satán sabe muy bien qué hacer con ella.
Me hizo gracia la referencia al número pi (evidentes los motivos), pero también me gustó la visión que expone del alma.
Joe Hill es hijo de Stephen King. Esto hace inevitable las comparaciones. Yo no quiero caer en este mal, en comparar, porque entiendo que son dos personas distintas, dos escritores distintos, pero sí que es verdad que se nota la influencia de King en la narrativa de su hijo. No es algo totalmente evidente, no es una copia de estilos, de hecho creo que el estilo es distinto. Es un aire que se da, más en el fondo que en la forma. También opino que es normal, es hijo de dos escritores y se habrá quedado con un poco de cada uno. No de forma consciente, claro, pero en ambos tendrá (digo yo) un modelo que admirar.
Desde luego Joe Hill se ha ganado, por derecho propio, un lugar en mi estantería (ya sea física o virtual). Ya me gustó “El traje del muerto”, pero con “Cuernos” se ha superado.
Cuernos
Joe Hill
Editorial Suma de Letras
460 páginas
(Lectura digital)
Esta no la leo, sorry, porque he leído el primer párrafo y ya me he enterado de más de lo que quiero saber (que sí, que no spoileas, pero yo soy muy rara -y tú lo sabes- con los libros que quiero leer, que a veces no quiero saber NADA).
ResponderEliminarOye, el fondo del cajón de escritura no te ha quedado un poco... rosa?
¡Besos!
Lo tengo en la estantería ya.
ResponderEliminarDe momento me está gustando bastante lo leído del autor, a ver con este qué tal =)
Besotes
Antes o después este libro acabará en mi estantería, porque he leído cosas muy buenas sobre él (como es el caso). Curiosamente, a pesar de no tenerlo, lo he regalado a una amiga. En su día disfruté mucho leyendo "El traje del muerto". Sigue pendiente de lectura los relatos de "Fantasmas".
ResponderEliminar¡Besos!
La verdad que no suelo leer nada de este género. No me llama lo suficiente... Eso sí, la reseña te ha quedado estupenda y me alegro mucho que te haya entusiasmado ;-)
ResponderEliminar¡Muchos besos!
No sé qué le pasa a blogger con mi cuenta, que no me deja comentar con mi id de google, me manda una y otra vez a la página donde introducir el mail y la contraseña... Por eso pruebo por anónimo, a ver si así hay suerte... Que sepáis que soy yo, Trescatorce, y si os quedáis más tranquilos os enseño la patita por debajo de la puerta...
ResponderEliminarLADY: Iba a enviarte un mail para decirte que esta no la leyeras (te iba a dar permiso, jeje), pero no me ha dado tiempo. Este libro te va a gustar, lo sé. Ya me lo contarás. Y tranqui, con la memoria que tienes seguro que cuando lo empieces no te acordarás del resumen. Y probablemente sí, sea un poco rosa, pero bastante que pude poner la cabecera, que no ha quedado mal, y poco más. Ya sabes que la nena está malita... ¡¡Besos!!
SHORBY: Este libro (bajo mi punto de vista, claro), es mejor que El traje del muerto. Si te gustó éste, cuernos también te gustará. Ya nos contarás!! Besos!!
JESÚS: Si lo regalaste seguro que fue porque pensaste que le iba a gustar a la persona. A mi "Fantasmas" también me gustó, hay muchos relatos con tufillo "king", pero en Cuernos, pese a tener a veces ese regustillo, ha encontrado su propio estilo, y la historia es más profunda de lo que en principio parece. Merece la pena. Ya lo leerás, seguro, y espero tu reseña. Besos!!
MARÍA: Pues uno menos para tu lista, si no te gusta el género... Bastante se nos hace extensa la lista con géneros que nos gustan como para probar en los que no... Muchas gracias, me alegro que al menos te haya gustado la reseña. Besos!!!
¡Genial! Pues tomo de nuevo nota del título. Estoy seguro de que antes o después tendré este título en casa, así que acabarás leyendo mi reseña. ¡Besos!
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