lunes, 14 de mayo de 2012

La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera


Este libro lo leí hace como un millón de años. Tendría unos diecisiete, y en la cabeza se repartía el espacio entre sueños, utopías y pájaros cantarines. En su momento me gustó, porque recuerdo que me gustó, aunque no recuerdo nada más. De hecho, tenía en la memoria que era un libro de amor y ahora me ha parecido otra cosa.
Varias cosas, de hecho. Es un libro romántico a su manera. Pero también es un tratado filosófico, y uno político. Es eso y mucho más. Todo ello mezclado en una mixtura de excelente calado y con mucho estilo.
Los protagonistas de la novela son Tomás y Teresa. Arranca el narrador con la historia porque está viendo a Tomás mirando por la ventana. Y así te lo dice: estoy viendo a Tomás mirando por la ventana. Esta forma de narración, en la que a veces la voz que cuenta la historia (narrador omnisciente) salta al primer plano me sorprende y me encanta. Me gusta por la sorpresa. La mayoría de los narradores ominiscientes se mantienen en la sombra, engañándote para que te hagas la ilusión, como lector, de que eres tú mismo quien ve a tiempo real lo que sucede en la historia. Pero aquí de vez en cuando te salta y te dice: “eh, no te confundas, que aquí quien cuenta la historia soy yo”. Otra cosa de la narración que me ha gustado mucho es que no respeta las líneas temporales. No es una historia lineal. Salta en el tiempo dependiendo del protagonista al que estemos mirando, pero como todos están interrelacionados, te cuenta cosas de los demás. De tal modo que el final de la historia, linealmente hablando, no coincide con el final del libro.
Los personajes, siendo los protagonistas, no son lo más importante de la novela. Lo importante es la historia, las reflexiones, los sucesos. Pero todo ello de la mano de los personajes.
Todos están relacionados. Quiero decir los cuatro importantes. Están Tomás y Teresa, con quienes comenzamos la historia. Iniciamos con ellos su extraña relación. Él es un mujeriego empedernido, tiene cientos de amantes, y ella no soporta las infidelidades aunque sabe que en el fondo no es para tanto. Sabine es artista y amante de Tomás. A su vez Franz es amante de Sabine. Esta es la parte romántica de la novela.
Cuatro personajes, cuatro vidas, cuatro puntos de vista distintos para una misma conclusión: “Einmal ist keinmal. Lo que sólo ocurre una vez es como si no hubiera ocurrido”.
Toda la novela gira en torno a esa idea. La vida humana solo acontece una vez, y por eso nunca podremos saber si nuestras decisiones o nuestros actos son los correctos, porque no los podemos comparar con nada. No tenemos la otra opción disponible para saber cuál hubiera sido la acertada. Esta es la parte filosófica de la novela.
También es muy política, hace una crítica tremenda al régimen comunista, y a la invasión rusa de Checoslovaquia. No de una manera aleccionadora, sino casi como alguien cansado de escuchar las mismas ideas absurdas una y otra vez. Critica al régimen, pero no ensalza ningún otro. De hecho también critica al capitalismo, y al oportunismo de algunos. Me ha gustado mucho esa mirada escéptica, que no se cree las mentiras de nadie, ni de los suyos ni de los ajenos.
Creí que me había equivocado al elegir esta novela. No es un momento propicio para lecturas espesas, y al principio pensé que me iba a costar terminarla. Luego seguí leyendo y vi que avanzaba más deprisa de lo que parecía. Porque el libro engaña. Tiene un título espeso, pero no es una lectura costosa, aunque sí profunda. Me ha hecho pensar, reflexionar. He interiorizado muchas partes de la novela, y no sé si me ha ayudado o no, pero lo cierto es que mal no me ha hecho.
Aunque, como un pequeño punto negativo, la narración tiene muchos puntos de vista machistas. Soy consciente de la época en que fue escrita, e incluso influye la nacionalidad del autor, pero es que eso de que una mujer piense que su marido tiene derecho a ser infiel y que no es ninguna tragedia me escama la piel.
Pero, concluyendo, es una gran lectura. Yo lo pondría en los imprescindibles, en esa famosa lista de libros que hay que leer antes de morir. Supongo que cada uno, dependiendo de su propia experiencia personal, sacará una conclusión distinta de este libro, pero desde luego que ninguna de esas conclusiones tendrá desperdicio. Además, es de fácil lectura, con lenguaje sencillo y narración extraordinaria.
Sencillamente, hay que leerlo.


La insoportable levedad del ser
Milan Kundera
Editorial TusQuest
328 páginas
Lectura digital

7 comentarios:

  1. Muss es sein? Es muss sein!!

    Pues sí, creo que es un libro que es necesario leer y disfrutar, meterse dentro, sentir bajo la piel... Yo lo tengo más reciente, pero cuando lo terminé supe que lo releería, para volver a experimentar las mismas u otras sensaciones...

    Me alegro de que decidieras seguir y que no te resultase farragoso.

    ¡Besines!

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  2. Me pasa algo parecido, la primera vez que la leí tendría unos 16 ó 17 años y me entusiasmó, se convirtió inmediatamente en una de mis novelas favoritas, luego, ya en la Universidad, volví a leerla, y fue otra lectura totalmente diferente, aprecié muchas cosas que entonces no supe ver, pero al igual que la primera vez, volvió a ser una de mis favoritas. Algún día tengo que volver a ella, y hacer una tercera lectura desde la "madurez" (ja ja q mal suena), pero estoy segura de que va a gustarme un montón de nuevo. ¿Sabes que hemos comenzado hoy lectura conjunta de La broma de Kundera en el Café Literario en Facebook y Twitter? Ya sabes, si te animas aún estás a tiempo. Un besazo

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  3. Pues yo me lo leí hace algún tiempo y no me gustó, se me hizo pesadísima. Puede que no fuese el momento y quizá necesite hacer una relectura...
    Besos,

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  4. Yo la leí también con 16 años! Y me gustó mucho, pero ahora mismo no me acuerdo prácticamente de nada!!! Así que tengo claro que volveré a leerla, y eso que yo no soy de releer, pero me apetece leerla con otros ojos. Un abrazo!

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  5. Pues debo ser de las pocas que no lo he leído, aunque siempre está entre los imprescindibles. Algún día tendré que animarme, aunque también me da rabia el punto machista. Bss.

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  6. Yo lo he leído, pero sí que me resultó espeso. La política no me gusta, así de entrada, con lo que te imaginarás que hubo partes del libro que me resultaron interminables. Hubo cosas que sí, pero tampoco lo leí cuando debía, que creo que es la principal razón por lo que no me llegó tanto.

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  7. Hola a TOD@S: Como siempre, comienzo disculpándome. Me encanta responder a vuestros comentarios, pero últimamente parece que no me organizo bien, me falta tiempo para todo. Gracias por seguir ahí y por vuestra infinita paciencia.
    LADY: Sé que te gustó, pero no que tuvieras tan claro que lo fueras a releer. La verdad es que a mi se me ha quedado como pegado a la conciencia... Sí que hubo un momento en que pensé en desistir, pero ya te digo que no porque no me gustara, sino porque lo veía muy denso para la época que estoy pasando. Pero yo también me alegro de haber seguido. Besos!!
    PD: Me encanta la anécdota del "Muss es sein? Es muss sein!"
    CAROL: Me estoy dando cuenta de que tú y yo en cuestión de gustos y lecturas llevamos un camino bastante parecido. Siempre es agradable encontrar a alguien afín a tus gustos. Yo creo que la releeré de nuevo, dentro de muchos años, para volver a encontrarme con sensaciones nuevas. Gracias por la invitación, pero quiero dejar descansar esta lectura antes de volver con Kundera. Pero tengo apuntada La broma para futuras lecturas. (También te digo que llego tarde, que ya os la habéis leido casi todos, y por lo que he visto en Twitter, también me gustará). Besotes!!
    CARMEN: Ya sabes lo que decimos todos (y que sigue siendo una verdad como un templo): no todos los libros son para todos los lectores y viceversa. Como ya he comentado a mi se me hizo densa la lectura, pero no pesada. Quizás en algún momento de tu vida le encuentres el punto, ¿quién sabe? Si te animas espero tu opinión. Besos!!
    SARAMAGA: Yo tampoco releo mucho, hay tanta lectura nueva que descubrir! Pero hay obras que merecen la pena, y esta es una de ellas (sobre todo si la primera vez te gustó). Besos!!
    REBECA: Bueno, el punto machista es comprensible puesto que hablamos de Checoslovaquia, a finales de los 70 y con el régimen comunista en todo lo alto. Pero tampoco es tanto, son unos puntos de vista con los que discrepo... Anímate a ver qué te parece, yo desde luego lo considero imprescindible. Besos!
    ISI: Es que es un libro muy político, yo últimamente estoy más interesada. De todos modos tienes razón, es un libro que no se debe leer antes de tiempo. Besotes!!

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