viernes, 10 de noviembre de 2017

Mamá en Apuros: Bye bye Voldemort




Hace ocho meses me encontraba sentada en la silla de la consulta de ginecología, luchando por reprimir las lágrimas, sin conseguirlo. Me acababa de caer un jarro de agua encima, mi cuerpo me había traicionado y había comenzado a duplicar células sin control.

El cáncer, al que denominé Voldemort, había dado la cara.

Ahí empezó la guerra. Yo lo denomino así porque me crié con los dibujos de Érase una vez… La vida, en los que las defensas eran tres muñecos que luchaban contra las infecciones, y los glóbulos rojos cargaban a sus espaldas el oxígeno en forma de burbujas. De modo que sí, para mi fue una guerra en la que mis defensas atacaron al invasor, ayudadas y arrasadas por la quimio y la radio. Una lucha encarnizada en la que mi cuerpo fue campo de batalla, y como tal quedó: para el arrastre.



Pero todo en esta vida tiene inicio y tiene fin, y hoy, por fin, puedo escribir que mi lucha ha terminado. 

Voldemort ha muerto.

El viernes pasado tuve la revisión de los tres meses. Ya me habían hecho un tac y una resonancia magnética, y tocaba la consulta, para que me dijeran cómo había quedado todo. 

Papá en Apuros vino a buscarme desde el trabajo. Era una consulta importante. Yo iba con esperanzas, pero con esperanzas a medias, me habían dado buenas expectativas, pero podía ser que tuviera que pasar por quirófano si quedaban indicios de cáncer en los ganglios. Y yo, como soy así de optimista, iba casi segura de que me operaban.

Llegamos con diez minutos de margen para la cita. Nos sentamos a esperar. Me había echado en el bolso la tablet, el ganchillo y un libro, para tener donde elegir, pero no saqué ninguna de las cosas. Mis dedos tamborileaban solos, encendía y apagaba el móvil, miraba facebook, twitter e instagram sin fijarme en lo que veía.

Papá en Apuros se cansó de decirme que me relajara, que iba a estar todo bien… Claro, como no era él el que tenía que someterse a inspección… Cuando por fin me llamaron a consulta casi salgo corriendo por la puerta. Así tendría el diagnóstico de Schrodinger: estaría bien y mal al mismo tiempo. Pero no, afronté la entrada a consulta.

Cuando entramos la doctora estaba hablando por teléfono. Nos sonrió y yo pensé que era un buen augurio. Porque si no estaba bien la cosa no sonreiría, ¿no? O tal vez sí, para relajar tensión… Colgó y me entraron ganas de cogerla por el cuello de la bata y zarandearla hasta que me dijera cómo habían quedado mis bajos.

No hizo falta.

—Bueno, Mamá en Apuros, está todo bien.

En mi cabeza ese bien rebotó de lado a lado como la pelota del Atari. Y no me lo podía creer, pero me entraron ganas de llorar. Pensé que no estaba bien que me pusiera a llorar igual que cuando me dijeron que tenía cáncer, ahora que me decían que ya no lo tenía, así que parpadeé muy deprisa y me concentré en otra cosa. Por ejemplo, en lo que decía la doctora, que había seguido hablando y yo no la había hecho ni caso.


—…adenopatías perfectas… bla, bla, bla… 

—¿Y los ganglios? —pregunté. 

—Sí, está todo correcto, no hay adenopatías, que son los ganglios…

Se me quedó cara de idiota, pero yo no tengo la culpa de no hablar el mismo idioma.

—Bueno… —pregunté— ¿Y ahora qué?

Ella se echó a reír.

—Ahora te haremos una revisión cada tres meses, que no te creas que te vas a librar de nosotros tan fácilmente.

Nsk.

Salí con quince papeles para varias citas, incluida la de la revisión, y me dejé en la consulta un peso muerto que había estado cargando durante estos ocho meses. El cáncer era historia.

No ha sido fácil. No ha sido cómodo. Pero ya es pasado.

Gracias por haberme acompañado en este viaje, por haberme leído cada semana, por haber tenido paciencia cuando me han faltado las fuerzas para sentarme a escribir. Esta aventura ha terminado, por fin. 


Pero la vida sigue y una mamá en apuros siempre tiene mucho que contar. Espero que sigas acompañándome.

¡VOLDEMORT HA MUERTO! ¡LARGA VIDA A LA NORMALIDAD!


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3 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena! Y que vivas y escribas con pasión y alegría. Y después de lo que has pasado, que no vuelva Voldemort jamás y que nunca te falte la felicidad. :-)

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  2. Ole, ole y ole!!!! A la porra Voldemort! No sabes cuánto me alegro!
    Besotes!!!

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