jueves, 1 de enero de 2015

¡Feliz año 2015!



Ya acabamos el año, y la verdad es que en estas fechas parece que me ha invadido el espíritu del grinch. No sé si será cosa de la edad o qué, pero antes me lo pasaba muy bien en navidades, me encantaba especialmente nochevieja, el momento de tránsito de un año a otro siempre ha tenido mucha simbología para mi. Y fiesta. Simbología y fiesta, pero eso era antes.

Cierto es que desde hace tres años hay una ausencia que marca cada fiesta que pasamos, pero se marca mucho más en estas fechas, ya que son más familiares que otras. Aunque a mi me da igual, en todas ellas hay una presencia invisible que recuerda a todos quién falta. Y eso, aunque ya haya pasado el tiempo, aún entristece un poco las celebraciones.

Me salva MiniP, que con sus cuatro años empieza a disfrutar de la navidad. Canta villancicos, se emociona con las luces, espera ansiosa la cabalgata de reyes... Si no fuera por ella creo que, exceptuando los días señalados en los que no queda más remedio que compartir mesa con la familia, me pasaría las navidades en una burbuja insonorizada.

Como digo, un grinch. O como le gusta decirme Papá En Apuros, soy Mr. Scrooche, una versión del siglo XXI en femenino. Y por lo gruñona, no por lo agarrada...

Pero acaba el año, y siempre que llega el día 31 de diciembre me gusta hacer repaso, y establecer objetivos para el año que llega. Este año, aunque el sentimiento es menos intenso, ahí está, y con respecto a algunas cosas estoy muy contenta con los datos del 2014.

Acabo el año lesionada, pero dentro de lo malo, saliendo ya de la lesión. No me hubiera gustado cruzar el año con la escayola, por una tonta superstición, aunque, como es lógico, no me la habría quitado si se hubiera dado el caso. Pero el hecho de estar en las últimas semanas de la recuperación me da esperanzas para tener un 2015 fuerte. Espero que en el tema salud y lesiones sea mejor que el que dejo.

Pero donde he estado fuerte este año ha sido en mi pasión: leer y escribir. Con el blog estoy a tope, cumpliendo con mis reseñas semanales, y añadiendo los Mamá en Apuros de los viernes. Sigue siendo un blog modesto, pero los pocos comentarios que recibo me bastan para darme fuerzas y continuar.

2014 en cifras
En cuestión lecturas he superado con creces al año anterior. Este año he llegado a la cifra redonda de 50 libros leídos, lo que me ha sorprendido gratamente. Ha ayudado un poco que MiniP se haya vuelto miedosa y haya que quedarse con ella hasta que se duerme. Algo que al principio me parecía negativo, una marcha atrás, la he convertido en casi mi mejor parte del día: me siento junto a su cama, con una lucecita de lectura, y aprovecho para leer hasta que se duerme (a veces incluso un rato más).

No todas las lecturas las he reseñado, de hecho sólo he publicado 40 reseñas en el blog, pero he conseguido superar el ir escribiendo las reseñas para colgarlas. Antes solía escribirlas el lunes para colgarlas el martes, pero ahora las voy escribiendo con una semana de antelación. Mi objetivo es ir escribiéndolas según termine el libro, cosa que hasta ahora había sido imposible. Lo he hecho posible gracias a un cambio en mis rutinas.

Porque ahora escribo todos los días. Nulla dies sinne linea se ha convertido en mi lema, y lo estoy cumpliendo casi a rajatabla. Es donde más contenta estoy. Porque empecé 2014 con un propósito: volver a escribir. Todos los días. Y al final lo he cumplido.

Comencé enero escribiendo cuatro mil palabras, y un proyecto literario a comenzar, y terminamos diciembre con quince mil (¡¡quince mil!!) palabras, y el proyecto, con nombre propio, ya casi terminado. Y, lo que es casi mejor, una rutina creada. Todas las tardes me siento frente a mi netbook (Nettie) a darle a la tecla. Algunos días escribo una reseña, otros un Mamá en Apuros o avanzo en el proyecto. De esta manera he desengrasado mis dedos, mi mente, y las palabras fluyen.

Objetivos 2015
Para el año que entra tengo un objetivo claro: seguir escribiendo. Ya estoy jugueteando con un proyecto nuevo, para cuando termine el que tengo ahora entre manos, y subir mi objetivo mensual de palabras.

Tengo también alguna idea para hacer secciones nuevas en el blog, pero está tan en pañales que no quiero adelantar nada.

Y en cuestión deportiva, me estoy poniendo ya las pilas para volver a encontrar mi estado de forma, y correr una media maratón, veinte kilómetros en el año que entra.

Por lo demás, seguir como hasta ahora, leer mucho, visitar los blogs amigos, y disfrutar de mis dificultades de ser madre para contarlo con sentido del humor. O por lo menos intentarlo. Seguir soñando. Y seguir encontrándome aquí, con los más fieles, cada semana.

¡Feliz año nuevo!

3 comentarios:

  1. Feliz año para ti también!!! Por aquí estaremos otro año más!
    Besotes!!!

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  2. Me ha encantado leer esta entrada, tanto por lo que ha quedado atrás como por lo que te planteas para el 2015. Coincidimos en gran parte, porque mi objetivo principal por estos lares es ser constante con el blog, publicar una reseña semanal y, sobre todo, escribir. Creo que es esencial no sólo para seguir adelante con este proyecto que tanto me apasiona, sino para la parte académica. También tengo en mente esa idea de redactar mis impresiones una vez que doy el cierre a una novela.

    Muchos besos para ti y para la pequeña MiniP. ¡Y de nuevo, feliz año!

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