Cartel promocional de la Tertulia, realizado por Srta.Rottenmeier |
Como muchas cosas en la vida de hoy día, todo empezó con un tuit. Mi hermana Lady Boheme comunicó en Twitter su deseo de ir al Café Gijón aunque fuera sola a leer un libro. Inmediatamente le dije que sola no, que yo iba con ella. Y casi al mismo tiempo María, de Maríaysumundo, se ofreció también a acompañarla.
Una cosa llevó a la otra y de repente ya habíamos organizado una tertulia literaria con lectura conjunta. El libro escogido fue Wilt, que resultó ser un gran acierto.
Quedamos un domingo, y a primeros de semana estaba yo con fiebre, agonizando en el sofá de casa y con el libro a medio leer. Menos mal que la medicina hizo su efecto y el domingo por la tarde pude quedar con mi hermana para ir juntas al Café Gijón.
La elección del sitio no fue al azar. Fundado en 1888, el Café Gijón se convirtió en lugar de reunión para tertulias literarias, según wikipedia, tras la guerra civil española, durante el régimen de Franco y en la transición. Hoy en día se celebra allí cada año el premio literario que lleva su nombre. Vamos, que un lugar que ha visto sentarse a Don Benito Pérez Galdós (del que estoy leyendo su obra ahora mismo) y a Valle-Inclán, entre otras personalidades, tenía que ser objeto de visita obligada.
Foto de grupo que nos hizo un camarero (y menos mal que es camarero, como fotógrafo no es muy bueno, la verdad) |
Y allí llegamos, pensando que seríamos tres, Lady, María y yo, para hablar de Wilt. Pero no, enseguida llegó Konichiwa, para unirse a la tertulia. Y un poquito más tarde apareció Clara, una muchacha silenciosa que no obstante aportó mucho al grupo. Y allí pasamos la tarde las cinco, riéndonos de Wilt y diseccionando las partes más truculentas del libro. Y diciendo "¡nene pene!" cada vez que había un silencio incómodo. (Si no lo habéis leído no sabréis por qué). Los demás ocupantes del café nos miraban de tanto en tanto, sorprendidos de tanta sonora risa que emanaba de nuestro grupo.
También disertamos de otros temas, humanos y divinos (para qué nos vamos a engañar, humanos todos), creamos debate y contrastamos opiniones mientras tomábamos nuestro nada barato café.
Porque, no nos vamos a engañar, el Café Gijón tiene precios caros. Es el peaje que hay que pagar para que te contemplen las mismas paredes que ya contemplaron a otros más ilustres que nosotros.
Me gustó tanto el collage que hizo Lady que me he copiado (y las fotos las hice yo, así que es legal) |
Fue una tarde divertida y cultural. Estuvimos de acuerdo en que había que repetir, aunque también estuvimos de acuerdo en que sería en otro local más económico, para ayudar a nuestros maltrechos bolsillos. La lectura y la fecha de la próxima tertulia están todavía por determinar, pero prometo manteneros informados.
¡Nos vemos en los cafés!
Penita no vivir cerquita para poder ir. Gracias por compartir tu experiencia!
ResponderEliminarBesotes!!!
Que envidia nena
ResponderEliminar¡Ya tenía ganas de leer una crónica detallada del encuentro! ¡Muchas gracias por compartirla! Me encanta que haya documento gráfico que inmortalice el momento para la posteridad. ¡Tenéis que repetir, está claro! Y, por supuesto, en cuanto pueda volver por Madrid, contad conmigo. ¡Besos!
ResponderEliminarLo de quedar en el café Gijón fue muy buena idea, así en un sitio con solera parece que hace más ilusión! Había gente de lo más peculiar además, y esos dorados de otro siglo, jajaja! eso sí, la próxima en un garito proletario, que nos arruinamos!!
ResponderEliminarBesos!
Fue una tarde estupenda, ¡estoy deseando repetir!
ResponderEliminarBesines ;)
MARGARI: Pues sí que es una pena, porque fue un rato muy divertido. Avisa si algún día vienes de visita y organizamos algo. ¡Besotes!
ResponderEliminarCARMINA: No era mi intención dar envidia ;-), ojalá algún día puedas participar.
JESÚS: Hablamos de tí, además. De las ganas que tenemos de conocerte. Yo es que me considero reportera gráfica de todos los eventos a los que asisto. Hago muchas fotos para luego contarlo bien (y mostrarlo). Te esperamos para otra. ¡Besotes!
KONICHIWA: Sí, idea muy buena fue. Y los dorados, esos dorados que debían estar allí antes de que se inaugurara el local... ¡Qué grande! La próxima más baratita, que no nos arruinemos. ¡Besotes!
LADY: ¡Yo también! Pero hay que buscar un sitio más barato pero que sea chulo también. ¡Besotes!
Me hubiera gustado ir, es una idea que me encanta =)
ResponderEliminarBesotes