martes, 23 de diciembre de 2014

La soledad de los números primos, Paolo Giordano



«En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.»

Tanto Alice como Mattia sufrieron un trauma de pequeños que los dejó marcados de por vida. Alice tuvo un desafortunado accidente durante una clase de esquí a la que la obligaba ir su padre. Mattia tenía una hermana gemela, igual en todo a él excepto en el intelecto, y una mala decisión tomada con seis años hizo que la perdieran para siempre. Desde entonces ambos crecieron al margen de la sociedad, una queriendo agradar, sin conseguirlo, el otro intentando hacerse invisible y queriendo sentir algo mediante los cortes que se hacía a sí mismo.

No todo cambia cuando se conocen, pero casi todo sí. Se hacen inseparables, sienten una especie de protección, de no estar solos en los márgenes que les hace sentirse seguros el uno con el otro. Crecen con una vida que nunca será normal, juntos pero separados por ese número par que nunca les dejará tocarse.

Me encantan las matemáticas. Me apasionan. Me entretengo haciendo divisiones y las derivadas me encantaban. Eran diversión sin límite para mi. Este equilibrio entre matemáticas y literatura no es muy frecuente de encontrar, pero cuando aparece un libro así lo disfruto muchísimo.

 
En La soledad de los números primos el autor sabe, como nadie, demostrar el paralelismo que hay entre las matemáticas y la vida. Hasta el caos se puede desarrollar mediante números y ecuaciones. Aquí tenemos dos vidas rotas, dos almas perdidas. Alice encuentra consuelo en Mattia y éste lo hace en las matemáticas, lo sintetiza todo en números, incluida su relación con Alice.

Todo en esta novela es especial. Los elementos que siempre destaco no fallan: la narración es fluida y amena, los personajes son fantásticos; la organización tampoco falla. La novela se divide en capítulos en los que se alterna la visión de Alice y Mattia, lo que le da agilidad a la lectura. Pero lo que realmente conquista es la historia. Es una historia tan atípica y a la vez tan normal. En lugar de héroes tenemos a dos antihéroes, que vagan por la vida con sus problemas a cuestas, sin afrontarlos del todo, sin olvidarlos tampoco. Un retrato realista de dos perdedores.

Lo que más me ha gustado es el final. Y me ha gustado porque no me ha gustado, a ver si consigo explicarme. Yo soy de las que prefieren los finales cerrados, porque si no me pierdo en divagaciones y en elucubraciones que generalmente no me llevan a ningún sitio. El final de La soledad de los números primos es un final abierto, pero realmente no podría ser de otra manera. Refleja, ni más ni menos, la continuidad de la vida. Es tan real, tan auténtico que aunque no me gusta que sea abierto, me ha encantado.

Recomiendo esta lectura, me parece un libro que merece un hueco en todas las estanterías, que entretiene pero que también hace reflexionar, hace pensar, en sus vidas pero también en la nuestra, en la fragilidad del ser humano y en la esperanza de recuperación. Leeré más del autor.
 
Por cierto que con esta reseña me ha pasado lo mismo que con la de la semana pasada, y es que buscando información y la portada en google he descubierto que hay una adaptación al cine. Dejo el trailer para los curiosos.

6 comentarios:

  1. Lo leí hace ya tiempo y me gustó mucho, por su historia, por sus reflexiones, y por el final. También creo que no había final mejor para esta historia. No sabía que había adaptación.
    Besotes!!!

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    1. Entonces veo que coincidimos, MARGARI, qué gusto da encontrar lecturas tan buenas.
      ¡Besotes!

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  2. Lo tengo pendiente e la estantería desde hace un montón... =)

    Besotes

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    1. Dale una oportunidad, SHORBY, no te arrepentirás.
      ¡Besotes!

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  3. Me lo lei no hace mucho y me sorprendió gratamente, la verdad. UN beso!

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  4. Pienso lo mismo que tú, esta lectura debería formar parte de cualquier estantería. La leí hace ya algún tiempo, y sus personajes se quedaron grabados en mi mente. Por eso he disfrutado con tus palabras. Nada como una buena reseña para recordar títulos pasados. Por cierto, aquí tienes a otro apasionado de las matemáticas. De hecho, siempre fue mi asignatura favorita, e incluso me planteé dedicarme a ello. Al final el rumbo cambió. ¡Cosas de la vida! Te mando muchos besos. ¡Y por supuesto, feliz 2015!

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