viernes, 12 de diciembre de 2014

Mamá en apuros: Decorando el cole



Como el año pasado, han pedido colaboración en el cole de MiniP para decorar el hall del colegio. Parte de mi elección por este cole fue que en infantil tienen una casita aparte, donde hay cuatro aulas, con entrada independiente del colegio principal. Me recuerda a mi niñez, donde yo iba la zona infantil estaba también en otro edificio. Nostalgias aparte, cada dos aulas tiene un recibidor propio que es donde ponen las decoraciones de las distintas estaciones del año, y la de Navidad toca a los papás.

El año pasado me lo perdí, pero este he aprovechado la baja para ir a echar una mano. Literalmente. He ofrecido mi mano libre para lo que fuera necesario y al final no se ha dado mal la cosa.

A primera hora, justo después de dejar a los peques en el cole, nos hemos ido algunas mamás a tomar un café para hacer tiempo. A mi es que esto de marujear no me gusta nada, así que me he tomado el café casi que a disgusto y todo... Dejando el modo irónico a un lado, a la que volvimos ya había otras cuatro mamás y dos papás preparándolo todo para la decoración, y nos hemos acoplado muy bien.

Este año mandaron a los peques como "deberes" que hicieran una figura del belén. A cada uno le tocó una distinta, para poder armar un belén como dios manda. Bueno, eso de que se lo mandan a los peques es un decir, es más bien labor para padres, porque los canijos con 4 años no sabrían ni por dónde empezar. MiniP llegó a casa diciendo que le había tocado hacer la bandera. Su padre y yo nos miramos sin entender, y cuando leí el papel me entró la risa. MiniP se enfadó, que a ver cómo le explico yo que no es malo equivocarse, y que no me río de ella. Me encantan estos lapsus, lo malo es que luego se me olvidan, y como cada vez habla mejor, pues comete menos. El caso es que no le tocaba hacer la bandera (ya estaba eligiendo el color de la tela) sino la lavandera. Papá en apuros fue el brazo ejecutor, y yo la capataz toca pelotas. MiniP casi se limitó a mirar. Al final no nos quedó mal. Hoy he comprobado que ha habido trabajos mejores, y peores. Y, lo peor de todos, los tramposos.

Porque te puede quedar más churro o menos, pero la cosa era hacerlo con materiales que tuviéramos por casa. Pero había un herrero comprado, con casa y todo, de los que te venden en los chinos; un cerdo que era un muñeco de plástico disimulado con témpera, y hasta un soldado de Herodes que era un madelman con una capa de fieltro. Por no mencionar que no teníamos niño Jesús. Hoy era el plazo para entregar los muñecos, pero el más importante ha fallado. Nos consolamos diciendo que como todavía no había nacido...

Ha sido divertido pegar estrellitas en el papel que tapa la pared, colocar los muñecos y echar la tierra y la paja en el suelo, una vez organizado todo el belén. Pero lo más divertido han sido los niños. Aprovechábamos cualquier necesidad para abrir la puerta de las aulas y atisbar dentro. Todos los peques se revolucionan al estar allí padres, cosa inaudita, pero los nuestros más, claro. Me enternece ver a MiniP pegando botes y gritando: "¡mami!", pero más aún cuando hemos puesto como excusa ir a por piedras al patio, pasando por mitad de la clase, y la he oído decirle a un compañero: "esa es mi mamá". Y yo que casi no quepo por la puerta de lo que me he inflado...


Luego otros niños han pedido ir al baño, y ahí han salido, seis o siete uno detrás de otro, que nos miraban y remiraban, y saludaban al pasar. Me da a mi que muchas ganas de hacer pis no había, la verdad.

Y para ser una madre asocial, no he pasado un mal rato, la verdad. Sólo ha habido una mamá que me ha tocado las narices, pero tampoco es la primera vez. Y es que hay alguna que parece que sólo ella tiene hijos. Como madre, desde fuera, es cargante y empalagosa, supongo que su hijo estará encantado, pero los demás no tenemos por qué aguantar sus tonterías. Se pasa las normas por el forro, siempre lo ha hecho, y las pocas veces que hemos hablado lo ha hecho como si me estuviera haciendo un gran favor. Hoy no ha sido la excepción.

En cuestión organizativa no puedo decir nada, porque nos hemos separado en varios grupitos y no me he juntado con ella. Pero es verdad que no ha participado mucho en las risas ni en los comentarios, pero ahí tampoco voy a echar nada en cara a nadie, cuando soy la primera que si está atravesada no abre el pico. Pero cuando hemos acabado las profesoras han salido a ver el trabajo terminado, y con la euforia y la alegría, nos han hecho unas fotos. Una de las profesoras ha sugerido que con nuestros hijos, pero la otra se ha negado, previendo las protestas de los demás. Pues sin los hijos, ningún problema.

Tras la profe que nos ha hecho la foto se ha asomado toda la clase, y la mamá en cuestión ha llamado a su hijo para que se pusiera en la foto. El niño la ha ignorado. Ella ha seguido llamándole, incluso le ha puesto tono de enfado, pero el niño parece ser que tenía más sentido común que ella, que hasta que no le hemos dicho que de eso nada, que o todos o ninguno, no ha parado de intentar que su hijo se pusiera con ella en la foto.

Sé que es una anécdota absurda, pero es que, lo confieso, le he cogido manía a la tipa. A mi eso de que se pasen a los demás por el forro me da mucho por saco, y si yo no puedo esperar justo en la puerta a mi hija para que los demás padres vean a los suyos, pues ella tampoco. Pero a ella le da igual, se lo dices un día, y otro, y otro, y ella sigue haciendo lo que le da la gana. Hasta que a alguien se le hinche una vena, como ya ha pasado, y casi llegan a las manos...

Finalizado el trabajo, y recogido todo, tan solo nos quedó despedirnos de los niños (le tiré un beso a MiniP, que me devolvió), y nos fuimos para casa.

El premio de consolación fue a la salida del cole. MiniP se acercó a mi con una gran sonrisa y me dijo, en su tono de conspiración:

- Te he visto esta mañana... En mi cole...

4 comentarios:

  1. Cada vez me gustan más estas entradas de los viernes. Cómo me he reído con lo de la bandera el pis... y yo tampoco hubiese tragado a esa madre. Muchos besos.

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    1. Muchas gracias, GOIZEDER, tus palabras significan mucho para mi, de verdad (de la buena).
      Lo de la bandera aún me hace reir cuando me acuerdo, aunque ella, después de haber hecho la muñeca, ya se dio cuenta de su error. Y los niños son monísimos cuando están todos juntos, son muy graciosos.
      A esa madre me extraña que la trague nadie, la verdad...
      ¡Besotes!

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  2. Qué bueno lo de la lavandera... Y qué buenos ratos he pasado yo también decorando el colegio. Cuando era pequeña mi hija siempre estaba también orgullosa cuando me veía participar tanto en las actividades del colegio. Ahora que ya es un poquito más mayor ya empieza a preferir no verme tanto...
    Y también me he encontrado con madres así... No las aguanto!
    Besotes!!!

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    1. Ay, MARGARI, que los perdemos cuando crecen... Me pasará a mi también, que no me quiera ver en su entorno cuando sea mayor. Mientras tanto aprovecharé para ayudar todo lo que pueda...
      Y que ese tipo de madres tengan que estar por todas partes... Madre mía...
      ¡Besotes!

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