La semana pasada tuvimos alarma social en el colegio. Fui a recoger a MiniP, como de costumbre, y a la que nos íbamos me di cuenta de que la profesora de la otra clase hablaba con un par de mamás. Les decía algo de unas picaduras. No le di la mayor importancia y me fui con mi peque.
Mientras comíamos MiniP me estuvo contando que a un niño de 3 años le había picado una oruga. Me explicó que la había cogido y que se le había puesto la cara roja, y a otro niño el cuello.
- ¿Y tú has tocado las orugas?
- Noooooo.
MiniP no se acercaría a una ni aunque la obligaran, de modo que no le di más vueltas al tema y seguimos comiendo. Pero al rato entró un wasap. En el grupo del cole. El mensaje decía: "Chicas, me parece indignante que haya orugas en el patio del cole".
Yo lo miré y no supe si reir o llorar. Desde luego yo no habría escogido la palabra indignante para referirme a orugas, porque como todos sabemos (que yo me enteré la semana pasada) a las orugas las llaman procesionarias, hacen filas enormes y recorren mucha distancia para buscar un lugar donde enterrarse y convertirse en polilla. A no ser que pongas una campana de cristal (o metacrilato) tapando todo el colegio no te vas a librar de ellas. Pero ni de orugas, ni de mosquitos ni bichos varios que poblan la arena del sitio de recreo. Y lo de la campana de cristal (o, insisto, metacrilato) como que no lo veo. El fin del patio es que los niños salgan al aire libre y se desfoguen un poco, y bajo un techo, por muy transparente que sea, no se consigue. ¿Alguien ha tenido tres días de lluvia a un peque encerrado en casa? Si es así, entonces entenderá lo que quiero decir.
Pero no se acabó la historia con ese wasap. Enseguida contestaron más madres. Y a cada mensaje a mi se me abrían más los ojos, como en los dibujos animados. Todas apoyaban a la primera, a la indignada.
"Qué fuerte".
"Esto no se puede consentir".
"Mañana deberíamos negarnos a que saquen a los niños al patio".
Yo me las imaginaba quedando ya para hacer pancartas. Fuera orugas, Madres Indignadas En Lucha Contra las Orugas, y cosas así. A esas alturas ya me frotaba las manos y una medio sonrisa asomaba a mis labios... En mi cabeza empezaba a escribir un post... Debo dar las gracias a las mamás histéricas del cole de MiniP porque sin ellas esta sección de Mamá en Apuros sería mucho más aburrida.
Por la tarde llevé a MiniP a la extraescolar, y ahí tengo a mi pequeño grupo MAA. Y todas somos mamás en apuros por algo, algunas somos un pequeño desastre andante, otras tenemos mala cabeza, otras lo tenemos todo junto... Pero hay algo que nos une, que nos define, y es la no tendencia a exagerarlo todo. Somos conscientes de que tenemos niños, no figuritas de vidrio, y los niños saltan, se tropiezan, se pegan entre sí. A veces llegan con moratones, otras con un pequeño corte... Y a algunos niños les da por tocar cosas que no deberían tocar. Pero no por eso armamos un escándalo ni movilizamos medio pueblo en manifestaciones (también tengo tendencia a la exageración, ya sé que no se llegó a tanto, pero déjalas un poco más de tiempo, que verás...) porque a nuestros vástagos les ha picado una oruga, o se han hecho un arañazo con la mesa o se han caído y se han dado de cabeza contra el suelo (esto le pasaba mucho antes a MiniP, que le pesaba mucho y aunque pusiera las manos siempre aterrizaba con la frente).
Una componente MAA lo dejó bien claro: "Lo siento por el niño, pero lo que tienen que hacer es enseñarle a que no se toca, y no dejar a todos sin patio porque uno no sepa distinguir qué es bueno y qué no".
Las demás casi la aplaudimos. También sugerimos que metieran al niño en una burbuja, de manera que no tuviera contacto con ningún alérgeno, así no le pasaría nada. De verdad que hay madres que acolcharían a sus hijos para evitarles cualquier mal, y de paso quitarles cualquier diversión.
Imagen sacada de aquí |
Que yo me pregunto: ¿no han tenido infancia? Porque la mayoría son de mi generación, hay alguna más joven y alguna más mayor, pero el rango medio de edad anda por la treintena larga, de los que crecimos en los ochenta, prácticamente criados en la calle, hasta que nuestras madres nos gritaban por la ventana que subiéramos a casa. Éramos niños casi asalvajados, y ahora resulta que por una pequeña plaga de orugas vamos a llevar al niño al hospital.
También hay una cierta falta de confianza en el equipo docente. Tanto gritar y protestar, que si voy al ayuntamiento a quejarme y de paso hago unas pancartas, y no preguntaron lo más importante. Si lo hubieran hecho se habrían enterado que el ayuntamiento ya estaba informado, que mientras limpiaban o no ya habían tomado medidas preventivas, y que, como aviso, habían pasado a todos los niños (que fueron tan solo cuatro de cien los que tuvieron picaduras) por las clases para que todos tuvieran claro por qué no se deben tocar las orugas.
Antes de que fueran las madres histéricas al ayuntamiento éste ya se había personado en el colegio. Primero barrieron el patio, luego buscaron el posible origen de los insectos, dos pinos enormes que están situados en una finca privada y abandonada. Se pusieron en contacto con los dueños para pedirles permiso para entrar a podar y quemar los nidos y fumigaron el patio. En cuestión de una semana el patio está limpio, sin rastro de orugas, y ya de paso ningún otro bicho, y lo que podía haber sido una simple anécdota se ha convertido en un Mamá en Apuros (pasará a los anales de la historia de la blogosfera...)
Espero ansiosa la próxima crisis...
Espero ansiosa la próxima crisis...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCómo que nos has exagerado???Deberías ir al ministerio de Sanidad a pedir vacunas para picadura de orugas.jajaja Perdona mi sarcasmo,vivo en Canarias,aquí hay orugas de la vid ,gusanitos de seda,etc.He crecido jugando con esas orugas y no pican.Es que ahí las orugas son mutadas????jajajaja es broma.
ResponderEliminarCuando yo era peque si me caía me echaba arena en la herida para q no siguiera sangrando porque si iva a llorarle a mi madre no me libraba del..."te lo dije que no corrar...pareces una machona...valla piernas para una señorita...ya no vuelves a salir".
Pero no se si es hereditario o nooo ,pero cuando mi hija Atenea se cae (es muy propensa a ello)no le repito todo ,peroooo del
"Valla piernas para una señorita "no se libra jajaja
En Canarias no sé, SORAYA, pero aquí están las orugas procesionarias, que no son mutadas pero sí que son venenosas. Tienen unos pelillos que si los tocas te producen una reacción urticante. Pero vamos, que no es mortal... Y todas tenemos herencias de nuestras madres, yo también me he descubierto con alguna frase de mi infancia en la boca.
Eliminar¡Gracias por comentar! ¡Besotes!
Me he reído muchísimo en la calle en la que vivíamos en Madrid había muchísimas de estas orugas. De pequeña en el patio del colegio jugábamos en el barro con lombrices espero que el peque no me haga olvidarlo. Muchos besos y sigue tomándotelo con humor y contándonoslo.
ResponderEliminarNo me lo puedo tomar en serio, , sería como ellas. A mi es que siempre me han dado mucho asco los bichos, yo jugaba con lagartijas... A ver con qué salen para otra vez.
Eliminar¡Besotes!
En una burbujita. A los niños hay que meterlos en una burbujita... Por unas orugas... No sé qué les pasa a las madres de hoy en día, de verdad. Ahora sí, lo reconozco, en mi caso sí tengo cierta falta de confianza en el profesorado. Recuerdo que cuando era pequeña, mi profesor siempre estaba en el patio vigilando. Mi profesor y el resto de profesores, claro. Pero hoy en día se turnan. Y haciendo un cálculo rápido... Para 150 niños y creo que me quedo corta, solo hay dos profesores en el patio haciendo guardia. Si yo solo tengo una, me doy la vuelta y ya la está liando... No me imagino con tanto niño...
ResponderEliminarYa me preocupo menos que mi hija ya está entre las mayores de su cole. Ya para el curso que viene está en el insti. Pero estoy al día de lo que pasa en el cole y sé que las mamás de infantil ya han dado queja, porque a la hora de patio, quien está vigilando a los niños pequeños son un grupo de alumnos que escogen entre 5º y 6º de primaria. Y las profes están dentro tomando su café... ¿? Ni entiendo que estén tranquilamente tomándose un café ni entiendo que a la hora del patio, donde todos los niños tienen que estar jugando o haciendo lo que les dé la gana, unos pocos tengan que estar cuidando de los chiquitines.
En fin, que me he desahogado aquí...
Besotes!!!
Qué me jor lugar que este, MARGARI para desahogarte, el hogar de las MAA.
EliminarA ver, yo recuerdo de pequeña que había un par de profesores en el patio, de guardia, pero lo que tú me cuentas me deja de piedra. Los niños deberían jugar, no vigilar a otros niños. Me parece fatal. Para eso sí que haría pancartas, fíjate...
De todos modos en el cole de MiniP los niños de 3 y 4 años están en un minicole aparte, solos, con lo que tan solo son 100 niños en un patio acotado. Y yo he visto a más de dos profesoras en el patio, por ese lado estoy tranquila.
¡Besotes!
Yo vivía en el campo de pequeña y había procesionaria todas las primaveras, como bien dices, a mí me lo dejaron muy clarito desde siempre y hombre... siempre hay accidentes, pero vamos, que jamás se me ocurrió acercarme a una, ni a ningún niño que conociera.
ResponderEliminarEfectivamente, la gente es un pelín (solo un pelín de nada) exagerada y es más útil enseñar a tu hijo que si le tiras de la cola a un gato, te va a arañar que decir que los gatos es que son "muy traicioneros" (por ejemplo)
Si es que es cuestión de prevención, LOQUE>, tan fácil como eso. Es como si fueran a poner el grito en el cielo porque les ha picado una avispa... No tiene sentido, la verdad.
EliminarAquí son más de decir que los gatos son traicioneros, porque no quieren ver lo que han hecho mal. La manía de que "mi niño es perfecto, y muy bueno"... Por lo menos a mi me viene bien...
¡Gracias por comentar! ¡Besotes!