¿Quién no ha oído hablar del Dr Jekyll y Mr Hyde? A estas alturas la historia ha transcendido, ya no es tan solo una novela, sino película, y además forma parte del imaginario colectivo. ¿Qué serie que se precie no tiene su episodio con versión propia de la novela? Hasta formó parte de un cómic, que luego se llevó a película (cuya calidad es discutible, pero que a mi me gustó), en la que Jekyll compartía protagonismo con el mismísimo Dorian Grey… Hablo de La Liga de los hombres extraordinarios.
Pues yo no lo había leído todavía. Lo sé, tengo delito. Creo recordar que lo intenté allá por mi adolescencia y creo que no pasé de la primera página. No estaría muy atenta, con la cabeza llena de mil cosas, novecientas noventa y nueve de ella pájaros.
Es que no pude haber sido más pava. Cada vez que escribo una reseña de Benito Pérez Galdós, o de algún clásico, de aventuras o no, (me pasó con Mark Twain, con Charles Dickens y con el propio Robert Louis Stevenson). Si pudiera encontrarme con mi yo del pasado, después de un par de leches, le diría un par de cosas, y luego la obligaría a hacer deporte (así no habría fumado) y a leer los clásicos. Claro que probablemente mi yo del pasado habría mandado a paseo a mi yo del presente…
El caso es que tengo en mi estantería mi colección de clásicos de aventuras de El País, colección que me he propuesto ir leyendo poco a poco, y el otro día necesitaba un libro que pesara poco para transportarlo. Y elegí Dr. Jekyll y Mr. Hyde que estaba de los primeros además. Y me enganché.
Es cierto que como literatura de terror ya no da el pego. Entiendo que en ese aspecto no ha envejecido muy bien, quizás en parte por lo que ya he comentado, que es una historia muy conocida, pero también porque como sociedad hemos perdido esa inocencia que se suponía entonces. Ahora tenemos acceso a más información y no nos dejamos llevar tanto por el miedo que causa la ignorancia.
Pero aún así sí que tiene un elemento inquietante, algo que te introduce en la historia, que te hace partícipe pese a ser un lector.
Está contado en primera persona, en forma de confesión, y va desgranando la historia poco a poco, hilo a hilo, hasta llegar al fondo de la cuestión. Hasta el narrador se encuentra sorprendido de lo que ha averiguado, sorpresa que también se contagia al lector.
Poco más he de decir. Es una obra maestra, si no fuera así no habría podido disfrutar tanto de una lectura que prácticamente ya conocía. Es uno de sus grandes valores, pese a que no hay elemento sorpresa, se lee con ansia, con ganas de querer saber. De hecho casi me paso la parada del tren por estar leyendo esta joya.
Recomendado sin duda para los que aún no lo hayan leído, la dejaré para una lectura futura para MiniP (aún es pronto, pero me gustaría que disfrutara de ella antes de llegar a saber del mito) y la recomendaré a todos los jóvenes lectores que tenga alrededor.
Como novela de terror ya cuesta verla. Tiene una historia tan conocida que es imposible sentir miedo. Pero las inquietudes vienen por otro lado, hay tantos matices en esta novela, tantos detalles... Que la convierten en una obra maestra.
ResponderEliminarBesotes!!!
Esa misma edición es la que leí hace años, de niña. Me gustó mucho y sí que me dio un poco de miedo, supongo que leída ahora sería diferente, porque a esta edad los monstruos que nos acechan por la noche cuando se apagan las luces son otros muy diferentes. ¡Lo que nos cuesta ponernos con los clásicos!
ResponderEliminarBesines
Tendría que releerlo, pero de pequeñaja me encantaba. Y es que Stevenson es uno de los grandes, pero eso ya lo sabías. ;)
ResponderEliminarMe encantó.
ResponderEliminarMe mantuvo enganchada, la historia da mucho de sí en cuanto a los personajes =)
Besotes