Sinopsis (contraportada): Stella Sweeney lleva una vida muy
normal en Dublín con su marido y sus dos hijos. Un día, en medio de un atasco
en la carretera, intenta hacer una buena obra para mejorar su karma… Pero lo
que consigue es provocar un accidente que dejará su coche hecho añicos y que, de
paso, le cambiará la vida.
A partir de entonces, los acontecimientos más inesperados y
extraordinarios se suceden y llevarán a Stella muy, muy lejos de su antigua
existencia hasta convertir a esa mujer tan corriente en una superestrella. Y
todo de la mano de un médico muy atractivo.
¿Ha sido el azar, el destino o el karma? Por primera vez en
la vida de Stella, la verdadera felicidad está a su alcance. Pero ¿está
preparada para atraparla?
Me
regalaron el libro por mi cumpleaños, mis hermanas y mi madre, y he tardado
poco, poquísimo en comenzarlo. No quise dejarlo esperando en la estantería,
pese a que ahí tengo libros desde al menos dos años, producto también de un
regalo. Y no porque no los quiera leer, quizás porque no encuentro el momento
adecuado o no me apetece en ese momento. Voy por impulsos.
Adoro a
Marian Keyes. Fue de su mano de quien verdaderamente me adentré en el
chick-lit, pese a que ya había leído a Bridget Jones (y me encantaba). Pero es
que es otra historia. No tiene nada que ver, Keyes es especial. Incluso ahora,
después de la terrible depresión que la invadió de oscuridad y que la dejó sin
su habitual dosis de alegría en sus libros.
Aunque
en este se va viendo mejoría, aún no termina de ser la misma. Helen no puededormir fue oscuro, además ahí habló de la depresión a través de su
protagonista. Aquí la protagonista enferma, de manera muy grave, pero jamás
pierde la esperanza. Ahí radica la diferencia.
Tanto
la historia como los protagonistas son muy de su estilo. La narradora es la
propia protagonista, cosa muy acertada debido a la enfermedad que la ataca, lo
que te hace empatizar con ella al máximo. Stella es una buena persona, en
ningún momento se viene abajo o se deja llevar por la autocompasión. Ella lucha
y lucha sin pensar en sí misma, si no en los demás. Su familia es algo más
egoísta. Tanto su marido como sus hijos lo intentan pero están perdidos sin
ella, y el resentimiento les corroe. Algo que me ha llamado mucho la atención,
y que me ha chocado que la protagonista no enfrentase, es que la echan en cara
que se pusiera enferma. Y ella les da la razón. En lugar de gritar que era algo
que no eligió. En fin, no voy a seguir porque no quiero desvelar nada.
Pese a
ser siempre narración en primera persona, alterna el estilo. En la primera
parte alternan entradas de estilo diario, con las horas incluidas, cosa que
hace muy rápida la lectura, con fragmentos de un libro que cobrará su
importancia en la narración. Es la parte que más me ha gustado, la que más
amena se me ha hecho.
En la segunda parte no hay entradas de diario ni páginas del
libro, la historia está contada en tres partes diferenciadas, en primera
persona siempre. Esta quizás se me ha hecho un poco más cansina, pero también
porque lo he leído al atracón, y al ralentizarse un poco el ritmo (que no la
historia), me costó un poco más. Y también porque se acababa. Y no quería que
se acabara.
En
todas las novelas de la Keyes me pasa lo mismo. Te pone tan bien en situación,
los personajes, todos, protagonistas y secundarios, hasta el señor que paseaba
el perro por allí, son todos muy reales. La mayoría de ellos extravagantes, sí,
pero muy reales. Te rodea la atmósfera de tal manera que me veo trasladada al
mundo que me está contando. Para mi Stella ha sido tan real como cualquier vecina
que me pueda cruzar por la escalera.
Luego lo tiene todo atado y muy bien atado. Siempre hay un
punto de misterio que se permite no revelar hasta el final, y además, lo hace
tan bien que nunca te esperas qué es realmente.
Lo
único que me ha decepcionado un poco ha sido el final. Y no porque sea un mal
final, que no lo es, no esperaba otra cosa, pero me ha dado la sensación que
creaba muchas expectativas que al final se cumplen de manera justita. En lugar
de la explosión del globo que esperaba, éste se ha ido deshinchando poco a
poco, hasta que ha caído fofo y sin vida en el suelo.
Pero no
nos confundamos, pese a la segunda parte menos entusiasta y a ese final
deshinchado, me lo he leído en cinco días. Las 519 páginas. Y eso leyendo un
ratito por la mañana y otro por la tarde. Vamos, que adictivo es poco.
Lo que
más lamento ahora de habérmelo leído es que ya me lo he leído. Con lo que me
gusta a mí una novela de Marian Keyes, y ahora no tengo ninguna nueva que
degustar…
Justo lo estoy leyendo ahora llevo poquitas páginas unas cien y me está gustando mucho es una de mis autoras favoritas he leído todas sus novelas y me han encantado incluso las cuatro o cinco últimas aunque sean más serias. Muchos besos.
ResponderEliminarYa he visto que lo has acabado, GOIZEDER, estoy deseando saber qué te ha parecido.
Eliminar¡Besotes!
Pues te voy a dar envidia... No he leído ningún libro de esta autora. Y mira que siento curiosidad... Pero no termino de animarme. Y veo que tengo que hacerlo!
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues sí que me das envidia, MARGARI, lo que daría por volver a leerla por primera vez... Anímate, que te van a gustar, sobre todo los primeros.
Eliminar¡Besotes!
Es una autora que me gusta bastante... y por cierto, hace mucho que no la leo =)
ResponderEliminarBesotes
Yo la leo en cuanto saca un libro nuevo. Suele darse la casualidad que coincide con mi cumpleaños o con reyes. ¡Qué suerte tengo!
Eliminar¡Besotes!
Parece que la depresión le está afectando mucho a la hora de escribir, yo de momento la dejo pasar.
ResponderEliminarLa depresión la ha cambiado completamente. Creo que nunca volverá a ser la escritora desenfadada que fue, pero no es peor escritora. Simplemente es un tanto diferente. Aún así este tiene menos oscuridad que el de Helen... Seguro que si le das una oportunidad no te defraudará.
Eliminar¡Besotes!