Sinopsis: A thrillingly
reimagined fairy tale from the truly magical combination of author Neil Gaiman
and illustrator Chris Riddell – weaving together a sort-of Snow White and an
almost Sleeping Beauty with a thread of dark magic, which will hold readers
spellbound from start to finish. On the eve of her wedding, a young queen sets
out to rescue a princess from an enchantment. She casts aside her fine wedding
clothes, takes her chain mail and her sword and follows her brave dwarf
retainers into the tunnels under the mountain towards the sleeping kingdom.
This queen will decide her own future – and the princess who needs rescuing is
not quite what she seems. Twisting together the familiar and the new, this
perfectly delicious, captivating and darkly funny tale shows its creators at
the peak of their talents. Lavishly produced, packed with glorious Chris
Riddell illustrations enhanced with metallic ink, this is a spectacular and
magical gift.
Me quería tirar
el rollo poniendo la sinopsis en inglés, porque estoy muy orgullosa de mi misma
por haber terminado mi segundo libro en el idioma de Shakespeare del año. Soy
consciente de que estamos en junio y de que solo llevo dos de diez leídos, pero
oye, dejadme ser feliz durante un momento…
Que me gusta Neil
Gaiman no es un secreto. Disfruto muchísimo de sus novelas para adultos, pero
es que también me gusta su literatura infantil, en la que siempre hace un
derroche de imaginación espectacular.
En este caso nos
encontramos ante un cuento de hadas. Había una vez un reino que colindaba con
otro, pero ni los pájaros se atrevían a cruzar las altas montañas que servían
de frontera. Tan solo los enanos conocían pasajes secretos que cruzar. Y
volvieron a su reino con extrañas e inquietantes noticias: en el reino vecino
se estaba extendiendo una maldición que hacía que toda persona durmiera. En el
momento y sin despertar. Se lo contaron a la reina y ésta decidió actuar.
Los clásicos de
Blancanieves y la Bella Durmiente aquí aparecen con un giro de tuerca.
Blancanieves se convierte en salvadora en lugar de víctima, y la Bella
Durmiente… Ay, la Bella Durmiente. Para saberlo será mejor leer el libro. Es
una sorpresa final que merece la pena.
Como las
ilustraciones. Son preciosas. Lo que lamento es que en la edición digital no se
aprecien en su totalidad, pero le dan cuerpo y encanto a una historia que ya lo
tiene de por sí.
Con respecto al idioma reconozco que al principio me ha
costado un poco coger el ritmo. No sé si por ser Gaiman, o por tratarse de un
cuento de hadas, me ha supuesto un reto mayor del que pensaba que sería. Pero
nada que no hay podido sortear con el diccionario (ahora ya sé cómo se dice
enano en inglés), y paciencia para leer algunas partes más de una vez. Alguna
frase se ha quedado sin entender, pero el contexto ha quedado explicado.
Es un libro que recomiendo, en inglés o en español, por la
belleza que encierra, y por esa visión tan distinta de los cuentos de hadas.
Tenía que ser Gaiman.
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