Era Nochevieja del 2013. Momento para hacer balance sobre el año, (aunque suene mal, fue bueno porque no murió nadie de mi familia, pero malo porque lo había tenido que pasar sin mi padre), y para hacer propósitos para el año entrante. Como ya hacía un año y medio que dejé de fumar, ese ya no me valía, así que me decanté por otra cosa.
Este año sería mi año: volvería a escribir. Algo que, por cierto, nunca tendría que haber dejado.
Mi amor por las letras me viene de lejos, desde que era pequeña (creo que ya lo he contado alguna vez), pero poco a poco, ya de adulta, se me fue apagando la llama y cada vez escribía menos. Y no puedo poner de excusa ser madre. Estaré apurada, pero mi peque tiene ahora 4 años, y la vaguería me venía de antes. De hecho a mi peque le debo volver a intentarlo, pese a que de vez en cuando se me revele y no me deje ni un segundo para respirar, mucho menos para escribir.
De modo que me hice el propósito. Pero pasaba enero y yo seguía postergando, procrastinando y aduciendo mil excusas.
"La niña no me deja"
"Tengo mucho sueño (me levanto a las 5:45)
Y la mejor excusa de todas, pese a ser la menos preparada: "no me apetece".
Pero un día leí un post en Literautas en el que ofrecían (y gratis) un organizador para escritores. Para ponerte un objetivo mensual de palabras, ir apuntándolo y, además, ponerte objetivos secundarios. Lo descargué, lo imprimí y lo encuaderné (por casualidad tengo una encuadernadora en casa... cosas de frikis).
Y fue mano de santo. Apunté un primer objetivo de 9000 palabras, y me puse a apuntar todo lo que escribía. En enero fueron sobre todo reseñas. Pero ya comencé a soltar algo de una idea que me rondaba por la cabeza.
El primer mes apenas llegué a la mitad del objetivo, pero tuve algo muy positivo: comencé con mi proyecto nuevo. Y, además, el gusanillo de sentarme a escribir todos los días iba haciendo nido.
Febrero y marzo fueron fructíferos, una media de 8000 palabras cada mes, y un objetivo de 10.000. No estuvo mal, había escrito casi todos los días, pero aún no había llegado al objetivo. Abril fue la debacle, sólo 2000 palabras, y en mayo conseguí llegar a la mitad.
Pero llegó junio. Y en junio ya tenía una rutina creada. Todos los días, después de comer, mientras MiniP se echaba la siesta me ponía a escribir. Un día una reseña, otro avanzaba con el proyecto, que ya iba cogiendo forma y hasta nombre propio (ya os la presentaré). Y fueron pasando los días, el cole acabó, la rutina de la peque se modificó, y hasta estuve una semana enferma con anginas (y fiebres casi delirantes). Y cuando fue momento de hacer cuentas, no cabía en mí de gozo. ¡Había conseguido el objetivo! Me puse tan contenta que cogí un fosforito y me hice una cara sonriente en la hoja, y, mayor premio todavía, mi hija me hizo otra.
En julio, pese a las vacaciones, la playa, los días de piscina y que le hemos quitado la siesta a MiniP, no sólo llegué al objetivo sino que lo sobrepasé en casi 4000 palabras. Un hito en mi historia personal.
Y el proyecto se ha hecho tan grande que ha pasado de ser un ejercicio de escritura libre a tener una planificación. Y con la planificiación he descubierto que escribo más palabras en cada sesión.Todo este rollo de números y meses para decir lo gratificante que es marcarse un objetivo y verlo cumplido. Y lo más importante no es el número de palabras. Lo más importante para mi es que vuelvo a escribir todos los días, que esa necesidad que tenía sofocada y que me estaba consumiendo por dentro ahora está libre y satisfecha, y que ahora soy mucho más feliz. La cabeza me bulle con ideas, encuentro hueco para soltarlas y de paso le enseño a mi hija que por los sueños hay que luchar. Y cerramos círculo, pues ella me está recordando lo que es vivir con ilusión.
Y es que se siente una feliz cuando va consiguiendo cumplir proyectos. Me alegro por ti!
ResponderEliminarBesotes!!!
Feliz es poco, MARGARI, la verdad es que me siento plena. ¡Muchas gracias!
Eliminar¡Besotes!
Me encanta que hayas cumplido tu objetivo. Espero que tu "proyecto" sea una novela, a mí me encantan las historias que nos cuentas. No leo libros digitales pero tus entradas sí que me las zampo.
ResponderEliminarNo sabes cómo me has alegrado el día con tu mensaje, ISA. Mi proyecto va tomando forma de novela, o novela corta, llevo ya casi 100 páginas escritas. Ya os iré contando, espero que sigas por aquí. ^_^
Eliminar¡Besotes!
Pues me encanta que retomes ese sueño, y que lo hagas primero por ti, porque te hace feliz y segundo por tu niña, para que tenga ese excelente modelo que eres para seguir. Sí, no eres perfecta, pero eres estupenda y es lo que importa.
ResponderEliminar¡A seguir luchando!
Qué maravilla!!! Me alegro muchísimo y espero que pronto compartas ese proyecto ese sueño hecho realidad. Estoy por descargarme yo también el planificador. Muchos besos.
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